Un bombardeo de EE UU mata a más de 40 yihadistas del Estado Islámico en Libia

Un ataque aéreo de Estados Unidos contra un campo de entrenamiento yihadista en Libia ha matado a decenas de personas este viernes, entre las que figura un dirigente del grupo Estado Islámico (EI) que había estado planeando atentados contra intereses occidentales y estadounidenses, según ha apuntado el Pentágono.

"Tomamos está acción contra (Noureddine Chouchane) y el campo de entrenamiento después de determinar que tanto él como los combatientes del Estado Islámico en esa instalación estaban planeando ataques externos contra intereses occidentales y estadounidenses en la región", ha dicho el secretario de prensa del Pentágono, Peter Cook, sin dar más detalles.

"Estados Unidos realizó un ataque aéreo temprano esta mañana contra un campo de entrenamiento del Estado Islámico cerca de Sabrata, Libia, que probablemente mató al responsable del EI Noureddine Chouchane", había señalado previamente un funcionario del Departamento de Defensa.

La casa bombardeada al alba en la localidad de Sabrata, a 70 kilómetros al oeste de Trípoli, quedó destruida por completo, ha precisado un responsable local libio, Husein al Dawadi. "El ataque causó 41 muertos; todas las víctimas se hallaban en el interior de la casa", ha añadido. Al Dawadi también ha informado de seis heridos. "La inmensa mayoría de los muertos eran tunecinos, probablemente miembros del EI", ha apuntado la fuente.

Los atentados atribuidos a Chouchane son el perpetrado en julio en una playa cerca de Sousse, en el que murieron 38 turistas, y el del museo del Bardo de Túnez, en marzo, donde murieron 21 turistas y un policía. Ambos ataques fueron reivindicados por el Estado Islámico, que está siendo bombardeado por aire en Irak y Siria por una coalición internacional bajo liderazgo estadounidense.

"El ataque fue muy preciso, alcanzó sólo la casa", ha afirmado un responsable del gobierno instalado en Trípoli. Libia cuenta con dos gobiernos y parlamentos, uno reconocido por la comunidad internacional en Tobruk y el otro en la capital. La ONU no deja de mediar y presionar para que salga adelante un gobierno de unidad nacional, que deje atrás la división y permita luchar eficazmente contra el Estado Islámico y los traficantes de todo tipo.

Reunión de yihadistas

El edificio tenía dos plantas y es probable que en el momento del ataque se estuviera celebrando una reunión de presuntos miembros del Estado Islámico, ha informado un integrante del consejo militar de Sabrata que ha pedido conservar el anonimato.

Según Al Dawadi, uno de los heridos interrogados por las fuerzas de seguridad "contó haber ido al lugar con otras personas para entrenarse en el combate y que el grupo que los había llevado a Sabrata les vendó los ojos durante todo el trayecto". La ciudad de Sabrata está controlada por la coalición de milicias Fajr Libya, que se apoderó en agosto de 2014 de Trípoli y de otras regiones, obligando a las autoridades reconocidas por la comunidad internacional a exiliarse en el este del país.

El Estado Islámico se ha arraigado en Libia aprovechando el caos en el que está sumido el país desde que una revuelta expulsó del poder en 2011 al dictador Muamar Gadafi, con apoyo de la OTAN. El pasado junio, los combatientes del Estado Islámico capturaron la ciudad de Sirte, a unos 450 kilómetros al este de Trípoli y ciudad natal de Gadafi.

El martes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió de que no permitiría al Estado Islámico instalarse de forma duradera en Libia, donde se estima cuenta con unos 5.000 combatientes. "Estamos trabajando con nuestros socios de la coalición para asegurarnos de que aprovechamos la ocasión de impedir que el Estado Islámico se enraíce en Libia", dijo Obama. "Seguiremos actuando cuando veamos una operación y un objetivo claros", añadió.