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R. C.
Sábado, 6 de noviembre 2021, 23:09
Sierra Leona seguía movilizada este sábado por la noche para atender a las víctimas de la explosión de un camión cisterna que provocó, al menos, la muerte de 98 personas y heridas a otras 92 en Freetown, la capital del país. Los hechos ocurrieron a ... última hora del viernes en una zona industrial, cuando el vehículo chocó con otro transporte mientras se dirigía a abastecer a una gasolinera.
De inmediato, centenares de personas rodearon la cisterna con botellas y cubos para recoger el combustible que se derramaba por las grietas. El conductor les avisó de que se alejaran ante el riesgo inminente de una explosión, pero nadie le hizo caso. El líquido se inflamó provocando una enorme bola de fuego y una detonación cuya onda expansiva destrozó viviendas y vehículos en cientos de metros a su alrededor.
Desde un primer momento, la Agencia Nacional de Gestión de Catástrofes advirtió que la explosión había segado la vida de numerosas personas. La mayoría eran vendedores ambulantes y motociclistas que habían acudido en busca del combustible, aunque los equipos de emergencia descubrieron también decenas de cuerpos calcinados en el interior de coches y de algunos hogares.
En todo caso, el Gobierno temía un aumento del balance de fallecidos, ya que al menos 88 heridos presentaban heridas y quemaduras muy graves. Entre ellos había niños y mujeres, que fueron conducidos a diferentes hospitales de la capital.
Sierra Leona, donde viven 7,5 millones de personas, es uno de los países más pobres del mundo. En un mensaje publicado en Twitter, el presidente, Julius Maada Bio, se dijo profundamente «conmovido por este trágico incendio y las horribles pérdidas de vidas humanas». «Quiero enviar mi solidaridad a las familias que han perdido a seres queridos», dijo, garantizando que su Gobierno «hará todo lo posible para apoyar» a los allegados de las víctimas.
Este tipo de accidentes son relativamente frecuentes en África, donde el combustible en un bien escaso y nada barato. Hace apenas cuatro meses, trece personas fallecieron en Kenia cuando una «enorme bola de fuego» las engulló mientras intentaban recuperar la gasolina vertida al suelo por un camión cisterna. El vehículo había volcado y ardía, pero este hecho no impidió que decenas de conductores desafiaran las llamas para hacerse con su contenido.
Precisamente en Kenia tuvo también lugar uno de los siniestros más catastróficos de este tipo en 2009. Más de un centenar de ciudadanos que realizaban la misma práctica de obtener combustible de un tanque accidentado perecieron en la explosión. En circunstancias muy similares, doscientas personas perdieron la vida en Sudán del Sur hace dos años.
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