Los chavistas agreden a Guaidó a su regreso a Venezuela tras su gira internacional

Apenas salió de la terminal, el presidente interino -así reconocido por más de medio centenar de países- fue abordado por cerca de doscientas personas, que le dieron puñetazos y le golpearon con objetos contundentes. La misma suerte corrieron su esposa, Fabiana Rosales, y varios diputados opositores. A algunos periodistas también les agredieron y robaron en presencia de decenas de agentes militares y de la Policía que miraban impasibles.

La llegada de Guaidó no era ningún secreto, ni para los suyos ni para el sector oficialista. Su esposa se había encargado de anunciarla con horas de antelación. A las ocho de la noche de España (15:00 horas en Venezuela), Fabiana Rosales avanzó en redes sociales que en las próximas horas le recibiría en el aeropuerto. Lo haría junto a los diputados y el cuerpo diplomático acreditado, y además convocaba al pueblo venezolano a que la acompañaran.

Quienes se movilizaron fueron las fuerzas militares, que prohibieron el paso de los coches de los diputados, colocaron un lanzamisiles tierra-aire en la autopista hacia el aeropuerto y utilizaron una grúa para cortar los carriles. También intentaron impedir a los medios de comunicación que permanecieran en la zona de espera, donde eran hostigados por colectivos afines al régimen.

Guaidó era consciente de los riesgos que corría a su regreso a Venezuela tras vulnerar el pasado 12 de enero la prohibición de salir del país, para llevar a cabo una gira que inició en Colombia, siguió en Europa y cerró en Canadá y EE UU, donde Donald Trump le recibió con honores de máxima autoridad. «Vamos a regresar asumiendo los riesgos, como todos los que luchan», señaló Guaidó el lunes. Este martes, sobre las diez de la noche hora peninsular, anunció su llegada en Twitter. «Venezuela, ya estamos en Caracas. Traigo el compromiso del mundo libre, dispuesto a ayudarnos a recuperar la democracia y la libertad», escribió sin imaginar que poco después iba a recibir una paliza a manos de los chavistas.

La gira, sobre el papel, ha sido un éxito por el respaldo que ha logrado por parte de la UE y Estados Unidos, principalmente. Cuando marchó de Venezuela de forma sorpresiva, la popularidad de Guaidó estaba bajando en picado. Y muchos críticos plantearon que una gira exitosa no podría concluir con él volviendo al país como si no hubiera pasado nada.

Hace un año Guaidó también vulneró la prohibición de salir de Venezuela al acudir a la frontera con Colombia para recibir ayuda humanitaria de varios países. En su regreso, no tuvo ningún problema al entrar por el aeropuerto de Maiquetía. Ahora corre el riesgo de ser detenido y encarcelado, pero Maduro se enfrenta a una seria advertencia: Elliott Abrams, comisionado de EE UU para la crítica situación venezolana, ha aconsejado que el líder chavista calcule bien las medidas que tomará y que permita a Guaidó entrar en el país sin ser molestado. Que no es precisamente lo que ocurrió anoche.