Piratas rusos buscaron en Ucrania trapos sucios de Biden

Por el 'modus operandi', son los mismos que en 2016 piratearon los servidores del Partido Demócrata y de la campaña de Hillary Clinton para exponer sus trapos sucios y dividir a los votantes. La compañía californiana Area 1, que el día de Nochevieja descubrió un ataque cibernético masivo en Ucrania, observó rápidamente que todas las empresas afectadas tenían algo en común: Aldea, KUB-Gas, Esko-Pivnic, Nadragas, Tehnocom-Service, Pari, Kvartal 95 … Todas son subsidiarias de Burisma.

Los piratas de la unidad de la Inteligencia militar rusa que se hacía llamar G.R.U., conocida entre los investigadores como 'Fancy Bear', ha estado usando estas empresas de fachada para engañar a los empleados y penetrar los servidores de Burisma. El email que recibían con un enlace les llevaba a una página web que replicaba la de la empresa y, una vez que introducían el usuario y la clave, los piratas se hacían con la llave.

No se sabe qué encontraron dentro, eso es lo preocupante. Cualquier información sensible que pudiera comprometer al exvicepresidente Joe Biden durante la próxima campaña electoral podría no ser publicada hasta la recta final. Rusia es experta en orquestar iniciativas de desinformación en las que mezcla verdades y mentiras a través de la prensa tradicional y las redes sociales. Eso deja en todo el Partido Demócrata la incertidumbre sobre el futuro de las elecciones si apuesta por el favorito del 'aparato'.

El equipo de Biden intenta dar la vuelta a este temor para presentarlo como una prueba más de su fortaleza. Si Donald Trump trató de coaccionar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que salpicase al hijo de Biden con una investigación de corrupción es «porque se daba cuenta de que no puede vencerle», explicó su portavoz Andrew Bates. «Y ahora sabemos que Vladímir Putin también ve a Joe Biden como una amenaza», concluyó.

Trump quiere utilizar el proceso político en su contra para sacar a la luz los trapos sucios del exvicepresidente de Obama que tiene buenas posibilidades de convertirse en su próximo rival. El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, era partidario de desestimar el asunto con una votación simple, pero el presidente quiere ser exonerado. Eso dará también la oportunidad a los senadores demócratas de presentar nuevos testigos, pero condena a los que aspiraban a la nominación a quedarse sentados en el hemiciclo durante el proceso, que en el caso de Bill Clinton duró un mes.

Es también una de las razones que aduce el senador Cory Booker para haberse retirado de la carrera, al no poder hacer campaña en Iowa mientras dure el proceso en la Cámara Alta. Puede que Trump sobreviva al 'impeachment', pero este ya se ha cobrado sus víctimas entre los demócratas.