Trump bromea en serio con ganarse a pulso el Premio Nobel de la Paz. Lo malo es que la expresión coloquial viene a cobrar aquí ... un carácter literal y en este caso parece tratarse de ganar pulsos, en plan machote, para imponer la ley del más fuerte. Con este planteamiento la presunta negociación tiene carácter bilateral entre las dos partes mejor pertrechadas en armamento y no de modo multilateral, como exigirían las reglas más fundamentales del Derecho Internacional. Tras conversar con Putin, se informa de los acuerdos a Ucrania y se prescinde por completo de la Unión Europea, presunto aliado comercial y militar de EE UU.
Echamos de menos a Borrell, quien, como Alto Representante de Asuntos Exteriores europeos, era portavoz de criterios específicos y propios de países asociados e incluso amigos, que no ejercían en su mayoría como vasallos de un señor feudal. Aquí los intereses de Putin podrían llegar a imponerse con este respaldo, después de haber fracasado en una fantasiosa guerra relámpago que arroja unas tablas y cuenta con episodios tan pintorescos como los de los mercenarios liderados por Wagner o la intervención directa de tropas norcoreanas. Es irrelevante que Zelenski haya ofrecido acuerdos comerciales muy beneficiosos a Trump y es obvio que Ucrania jamás formara parte de la OTAN, lo que se podría haber negociado en un principio con otras partes involucradas, o perderá parte del territorio de sus fronteras.
Todo esto lo deja meridianamente claro su postura sobre Gaza. Se olvida que la respuesta del actual Gobierno israelí a una execrable matanza terrorista se ha visto presidida por un espíritu de venganza cuyas criticas eran automáticamente calificadas como antisemitas, confundiéndose la velocidad con el tocino. Netanyahu pasa de ser perseguido por la Justicia internacional a ser considerado un heroico patriota que reconquista territorios. La gracieta de considerar un territorio arrasado por las bombas como una operación inmobiliaria, cuyo suelo se recalificaría expulsando a sus antiguos moradores, va cobrando cuerpo como tantas otras ocurrencias de un delincuente convicto a quien le gusta esgrimir su poderío cual matón del barrio.
Relaciones por imposición
Claro está, no faltarán quienes asocien su nombre con la paz y suscriban el presunto sentido común que borra de un plumazo guerras absurdas, como si por otra parte no lo fueran todas, al suponer el estrepitoso fracaso de las negociaciones diplomáticas y del respeto a una legalidad internacional transmutada en esa definición que hace Trasimaco de la Justicia, la cual representaría cuanto rentabiliza el más poderoso al ser obedecido. Los hechos, alternativos en este caso, se imponen sobre cualesquiera otras consideraciones y especialmente las normas jurídicas que suele alumbrar una previa reflexión moral sobre la política.
Los precedentes históricos de cesiones que buscaban apaciguar a la bestia y evitar males mayores, no acabaron muy bien y huelga invocar conferencias de paz que se hallan inscritas en el imaginario colectivo. Las relaciones internacionales que pretende auspiciar Trump se caracterizan por ser tan impositivas como sus famosos aranceles. El principio que guía su conducta en este ámbito es acabar con los abusos que ha experimentado su nación y merced al cual estaría limitándose a saldar deudas de un avasallamiento histórico.
Los precedentes históricos de cesiones que buscaban apaciguar a la bestia y evitar males mayores, no acabaron muy bien y huelga invocar conferencias de paz que se hallan inscritas en el imaginario colectivo
Se cree desde luego el ladrón que cualquiera envidia su proceder y quizá por eso haya despenalizado el recurso al soborno para no limitar las iniciativas de ciertas empresas norteamericanas, que según argumenta no serían competitivas jugando limpio y ateniéndose a las reglas de juego. El tahúr siempre gana porque guarda sus ases en la manga y en esto Trump es un auténtico virtuoso, como testimonian sus múltiples problemas con la Justicia de su propio país, acusada de perseguirle por odio hacia su persona. ¿Puede imponerse la paz a cualquier precio? Esta es la cuestión crucial a dirimir en términos generales.
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