El terrorista de Las Vegas usó inteligencia artificial para planificar el atentado

Matthew Livelsbergwer, un militar de 37 años que sufría un síndrome de estrés postraumático por el que se encontraba de baja laboral, perdió la vida supuestamente de un disparo en la cabeza en lo que presuntamente fue un suicidio, previo a la deflagración, el día de Año Nuevo dentro del coche, un Cybertruck de Tesla, empresa del multimillonario Elon Musk, mano derecha del presidente electo.

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La investigación policial ha arrojado que Livelsberger consultó a ChatGPT en busca de información sobre cómo colocar el explosivo. De la misma forma, recurrió a este asistente virtual para preguntar cuestiones técnicas y legales sobre cómo obtener los materiales y la mejor manera de lograr su cometido, según publican los medios de comunicación estadounidenses.

«Sabemos que la inteligencia artificial cambiaría las cosas para nosotros en algún momento», ha declarado el sheriff del condado de Clark, Kevin McMahill, que ha confirmado que se trata del «primer caso en el que un individuo utiliza ChatGPT para construir este tipo de artefacto».

Livelsberger era un militar con casi dos décadas de carrera intachable y varias condecoraciones, aunque las cartas halladas en su móvil apuntan a las razones detrás del crimen. No solamente estaba enfadado con las élites de poder, un grupo, a su juicio, de «debiluchos e irresponsables que sólo buscan enriquecerse», sino también con sus compatriotas. «Los estadounidenses sólo prestan atención a los espectáculos y a la violencia», escribió, convencido de que su actuación en Las Vegas conseguiría que le hicieran caso. «¿Qué mejor manera de transmitir mi mensaje que con fuegos artificiales y explosivos?». El automóvil que alquiló a través de una app -Turo, casualmente la misma que utilizó el terrorista de Nueva Orleans- estaba cargado de combustible y material pirotécnico de gran potencia.

Pero con la detonación del Tesla tras apretar el gatillo para quitarse la vida -en el vehículo aparecieron dos armas- Livelsberger trató también de olvidar su experiencia en el ejército de EE UU, donde actualmente formaba parte de las fuerzas especiales. «¿Por qué lo hago ahora? Porque necesito limpiar mi mente de los hermanos que he perdido y liberarme de la carga de las vidas que he arrebatado», sentenció en una de las cartas. El soldado acababa de volver de Alemania y en su trayectoria militar había recibido una medalla de reconocimiento al valor y cinco Estrellas de Bronce, una con distinción por coraje bajo el fuego.