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Salvador Arroyo
Miércoles, 10 de febrero 2021, 10:38
El Parlamento Europeo ha dado luz verde al conjunto de normas y procedimientos del pilar clave que soporta el plan de choque contra el impacto económico de la pandemia articulado por la Unión Europea; el fondo de recuperación de 750.000 millones de euros. Los ... objetivos, financiación y reglas de acceso al llamado Mecanismo del Fondo de Recuperación y Resiliencia, diseñado para ayudar a los países, con una dotación de 672.500 millones de euros entre subvenciones y préstamos, ya tiene normas y procedimiento reglado. El 'ok' de la Eurocámara era imprescindible. Es el pistoletazo de salida a la presentación formal de los proyectos de recuperación nacionales (ya no borradores). Aunque el peso del proceso, la clave para que el dinero comience a fluir a partir de la segunda mitad del año, sigue pendiente de la ratificación en los parlamentos de los Estados miembros, algo que de momento solo ha sucedido en cuatro de ellos.
El reglamento ha obtenido el respaldo de 582 votos en la Eurocámara, frente a 40 en contra y 69 abstenciones. Contempla que los proyectos iniciados a partir del 1 de febrero de 2020 podrán recibir fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, mediante líneas de ayuda que estarán a disposición de los Gobiernos durante tres años y que podrán cubrir hasta un 13% de prefinanciación de sus respectivos planes anticovid.
Para poder recibir ese dinero, esos planes tienen que estar orientados hacia los objetivos clave de la agenda europea como la transición ecológica, incluida la biodiversidad, la transformación digital, la cohesión económica y la competitividad, y la cohesión social y territorial. También podrán obtener dinero aquellos planes que aborden «la capacidad de reacción de las instituciones y las formas de prepararlas mejor frente a las crisis, así como las políticas en favor de los niños y los jóvenes, incluidas la educación y el desarrollo de capacidades».
Una de las condiciones principales es que cada proyecto nacional destine al menos el 37 % de su presupuesto al clima y el 20 % a acciones digitales. «Deberán tener un impacto duradero tanto en términos sociales como económicos e incluir reformas globales, así como un sólido paquete de inversiones» y en ningún caso perjudicar «significativamente» los objetivos medioambientales.
El Reglamento también estipula que solo los Estados miembros comprometidos con el respeto al Estado de derecho y los valores fundamentales de la UE podrán recibir fondos, una exigencia histórica que a finales del pasado año motivó un conato de bloqueo por parte de Hungría y Polonia.
«El Mecanismo es la respuesta correcta al impacto del virus. Tiene dos objetivos: a corto plazo, la recuperación; a largo plazo, impulsar el cambio y el progreso para alcanzar nuestras metas digitales y climáticas. Nos aseguraremos de que las medidas alivian la pobreza y el desempleo, teniendo además en cuenta la dimensión de género de la crisis. Las ayudas también servirán para reforzar los sistemas sanitarios», ha defendido una de las ponentes, la socialista Eider Gardiazabal.
La Comisión Europea es la responsable de orientar pero también de vigilar el cumplimiento de todos los requisitos en cada uno de los planes de recuperación estatales. El Parlamento asimismo podrá pedir ser informado cada dos meses para debatir «sobre el estado de la recuperación en la UE y la manera en que los Estados miembros están aplicando las metas y los objetivos». La Comisión también pondrá a disposición de los Estados miembros un sistema integrado de información y seguimiento para proporcionar información comparable sobre cómo se están utilizando los fondos.
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