«Asesino», «impostor»; así son los insultos que se cruzan los parlamentarios franceses

La primera ministra Élisabeth Borne ha reclamado un debate sereno sobre la reforma de las pensiones. «La Asamblea Nacional deber ser el sitio del debate, no de insultos», recuerda en Twitter Borne, quien considera que «los que insultan no están a la altura de los franceses que los han elegido ni del debate democrático que esperan». «No es todavía demasiado tarde para retirar las enmiendas de bloqueo permitiendo un verdadero diálogo de fondo« con el fin de que haya «un debate franco, pero nunca insultante» y se »renuncie a los excesos», dijo Borne durante la sesión de control al Gobierno.

El diputado de La Francia Insumisa, Aurélien Saintoul, ha sido sancionado por la Asamblea Nacional, después de que llamara «asesino» e «impostor» al ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, en pleno debate sobre la reforma de las pensiones. Los insultos han creado mucho revuelo en el hemiciclo y el lunes, por ejemplo, provocaron la suspensión temporal de la sesión. «Siempre he considerado que la violencia, sea física, verbal o simbólica, no tiene cabida en la vida política», dijo Dussopt.

La líder ultraderechista Marine Le Pen también ha lamentado «la escalada verbal» de los últimos días. «En política, no tenemos enemigos, tenemos adversarios», ha dicho, tratando de dar una imagen más moderada que la ofrecida por La Francia Insumisa, el equivalente de Podemos en Francia. El pasado viernes, sin ir más lejos, otro diputado de La Francia Insumisa, Thomas Portes, fue sancionado por tuitear una fotografía suya con el pie encima de un balón con la cara del ministro de Trabajo, como si le hubieran cortado la cabeza. «Señor ministro Olivier Dussopt, retire su reforma de las pensiones», escribió Portes, que llevaba puesta la banda tricolor de los diputados cuando se hizo la foto.

El ministro de Agricultura, Marc Fesneau, considera que la fotografía es «una puesta en escena inaceptable, degradante y un llamamiento explícito al odio y a la violencia». «La Asamblea no es un circo y llevar la banda tricolor exige dignidad y seriedad», ha reaccionado también Christian Demuynck, alcalde conservador de Neuilly-Plaisance. Portes ha sido excluido durante 15 días del hemiciclo y privado, durante dos meses, de la mitad de su sueldo parlamentario. Se trata de la sanción más dura prevista en el reglamento de la Asamblea Nacional.

«Siempre seré garante del debate democrático. No dejaré pasar nada», advirtió este martes la presidenta de la Asamblea nacional, Yaël Braun-Pivet, quien consideró que «hay líneas que no se pueden pasar». Según ella, lo que los franceses esperan de los diputados es «una Asamblea que trabaja, debate y vota». La presidenta acusó, en ese sentido, a La Francia Insumisa de hacer «guerrilla parlamentaria» y exigió a una retirada masiva de enmiendas para que los diputados puedan discutir y votar el texto de la reforma de las pensiones.  

«Queremos, de verdad, que haya un debate democrático sobre este texto, que podamos discutir argumento contra argumento, proyecto contra proyecto», ha señalado por su parte Borne. La primera ministra también exige «una retirada de las enmiendas que no tiene otro objetivo que hacer obstrucción y retrasar el avance del texto» y el fin de las «invectivas» en la Asamblea Nacional.

La alianza de partidos de izquierdas (Nupes), a la que pertenece La Francia Insuimisa, ya retiró el lunes por la noche 1.000 enmiendas para «avanzar» en el diálogo, pero Braun-Pivet considera que debería retirar otras 9.000 para permitir el debate parlamentario. Y aun así, todavía quedan 14.000 enmiendas por examinar, la mayoría de ellas de La Francia Insumisa. A este ritmo, parece difícil que los partidos puedan examinar el polémico artículo 7 de la reforma de las pensiones, el corazón de toda la normativa. Si se aprueba, elevaría progresivamente de los 62 años actuales a los 64 años en 2030 la edad mínima de jubilación en Francia.

Los diputados tienen de plazo hasta el viernes a medianoche para examinar el texto en primera lectura. Si entonces los debates no han concluido en la Asamblea Nacional, el borrador pasará al Senado.

El clima en el Parlamento comienza a ser similar al de la calle. Los sindicatos han organizado para mañana, jueves, nuevas protestas contra la reforma de las pensiones. Su objetivo consiste en presionar al Gobierno para que retire esta normativa. Las dos primeras movilizaciones reunieron a 1,2 millones y 2 millones de ciudadanos, respectivamente, en todo el país. La tercera, celebrada la pasada semana, tuvo una repercusión menor. Otras protestas ya están previstas para el 7 y 8 de marzo, al regreso de las vacaciones escolares de febrero.