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Vladislav, con las marcas de sus heridas, en el hospital ucraniano donde se recupera. M. Ayestaran
«Nuestra moral está baja porque no tenemos fuerza para frenar a Rusia»

«Nuestra moral está baja porque no tenemos fuerza para frenar a Rusia»

Este periódico visita un hospital donde soldados ucranianos son tratados de sus heridas para retornar a la guerra: «No podemos perder»

Mikel Ayestaran

Enviado especial. Zaporiyia

Martes, 20 de febrero 2024

Vladislav tiene 27 años y ha vuelto a nacer. Abre los ojos para ver a sus familiares y amigos y no puede quitarse de la cabeza el sonido de los drones. Ellos le miran como quien ve a alguien que llega del más allá. Tiene ... los pulmones afectados por la metralla, un brazo roto y heridas diversas en todo el cuerpo. «En nuestra posición el enemigo envía drones armados con granadas sin parar. Los ves, escuchas el zumbido. Unos aparatos te vigilan y otros te matan en cuanto notan movimiento. Yo noté que me detectaron, llegó uno y soltó una granada, luego la segunda», recuerda desde la cama del hospital este joven repartidor de comida a domicilio que desde hace seis meses combatía en la primera línea de defensa de Zaporiyia en Ucrania.

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