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Miguel Pérez
Martes, 7 de noviembre 2023, 14:11
La Fiscalía de Kiev investiga la muerte de uno de los principales asesores del jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que perdió la vida el lunes al explotarle una granada mientras celebraba su cumpleaños con su familia. El extraño suceso ha sobrecogido al Gobierno ... de Volodímir Zelenski y al Estado Mayor, aunque las primeras indagaciones apuntan a que el mando, Hennadii Chastiakov, había recibido seis bombas de mano como regalo de un compañero del ejército y una de ellas explotó cuando su hijo de 13 años, que resultó herido grave, jugaba con la anilla.
La explosión desató todo tipo de alarmas en la Administración ucraniana. «Ruego a Dios que esto haya sido una trágica coincidencia y no un ataque dirigido», señaló Dana Yarova, integrante del Consejo anticorrupción del Ministerio de Defensa. El jefe de Chastiakov, el general Valery Zaluzhny, anunció posteriormente que una investigación en marcha certificaría si su segundo, un hombre de 39 años de su «máxima confianza», fue asesinado o murió accidentalmente «en circunstancias trágicas». En el Ministerio de Interior se llegó a barajar incluso la posibilidad de un atentado ruso por mediación de agentes infiltrados.
Sin embargo, las primeras investigaciones señalan que todo comenzó cuando Chastiakov «regresó a casa del trabajo» con varios regalos de sus compañeros de filas. Entre ellos, una caja con seis bombas de mano de fabricación occidental en su interior. La Policía ha localizado ya al amigo que le hizo el obsequio, que tenía en su poder otras dos granadas idénticas, y podría ser acusado por el manejo ilegal de armas de guerra. «La Policía encontró a un compañero soldado que hizo el regalo fatal», confirmó el Ministerio del Interior. Se trata de un coronel apellidado Timchenko, que decidió obsequiar a su colega con esta munición y una botella de whisky etiqueta negra colocadas dentro de una caja de madera.
Tres testigos confirmaron la entrega del paquete a Chastiakov. «Es difícil sorprenderte. Por eso te regalo granadas y una botella de buen whisky», le comentó Timchenko. Al parecer, la víctima se tomó a broma las granadas pensando que se trataba de un juego de vasos fabricado con esa forma.
Una vez en su domicilio, el alto mando ucraniano «sacó la caja de regalo con granadas dentro y comenzó a mostrarle una de ellas a su hijo», relató el ministro del Interior, Igor Klymenko, quien añadió que el muchacho cogió la bomba y comenzó a hacer girar la anilla de seguridad. Su padre reaccionó en un acto reflejo y le arrebató el artefacto, lo que hizo presuntamente que la anilla se desprendiera definitivamente y la granada detonara.
La explosión alcanzó de llenó al militar y causó heridas graves a su hijo, que se encuentra ingresado en un hospital de Kiev. Su mujer y una hija de 11 años, que también se encontraban festejando el cumpleaños, sufrieron lesiones leves. Los hechos ocurrieron en la cada familiar en la aldea de Chayki, a las afueras de la capital ucraniana.
Klymenko añadió que las fuerzas de seguridad encontraron otras cinco bombas idénticas desperdigadas por el suelo. «Actualmente se están estableciendo las causas y circunstancias del hecho, se están interrogando a testigos y se está preparando una serie de exámenes», explicó el ministro en un comunicado.
La mujer de Chastiakov comentó a los policías que su marido había llegado a casa con varios paquetes de regalos y que las granadas estaban en uno de ellos, que incluía también una botella de licor. Corroboró la versión de que, inicialmente, pensaron que la munición era falsa. «Las granadas se lanzan, no se entregan. No guardado en casa», escribió en Facebook Mariana Bezuhla, diputada y empleada del Ministerio de Defensa. Bezuhla se ha hecho conocida en esta guerra por presentar un proyecto de ley, finalmente retirado, que facultaba a los comandantes a ejecutar a los soldados que se negaban a acatar órdenes en combate.
En medios gubernamentales la estupefacción es mayúscula por la aparente falta de control en la posesión y manejo de armas de guerra que demuestra el accidente. El hecho de que un coronel tuviera granadas en su casa e incluso las regalase sin darle mayor importancia supone un duro revés para un Ministerio de Defensa azotado por los casos de corrupción, hasta el extremo de forzar el cese de su anterior titular. No es el mejor momento para el Ejecutivo de Volodímir Zelenski, que este miércoles pasa un nuevo examen de la Unión Europea sobre sus avances en la lucha anticorrupción y que además se halla sometido a un constante escrutinio internacional sobre el uso y destino de los arsenales enviados por los aliados. La bomba detonada pertenecía a un nuevo modelo occidental que llegó a Kiev en remesas recientes.
El comandante de las Fuerzas de Defensa, Valeriy Zaluzhny, ha manifestado que la pérdida de su segundo representa un «gran golpe» para el ejército. Chastiakov era un importante consejero militar, laureado y que había estudiado la carrera en Odessa. La oficina presidencial de Zelenski ha mantenido silencio sobre estos hechos mientras el Ministerio de Defensa ha hecho un llamamiento a «atenerse a la información oficial» del caso.
Zaluzhny realizó el viernes unas inéditas declaraciones en un artículo de prensa donde afirmó que la guerra con Rusia se encontraba en un «punto muerto» y continuaría en un «callejón sin salida» si no se producía un cambio de equilibrios debido al elevado nivel tecnológico de combate de los dos bandos. Zaluzhny admitía su error de cálculo al pensar que Moscú sufriría un «desgaste» que le conduciría a retirar sus tropas de Ucrania y apostaba por encontrar una solución a un bloqueo que sigue costando decenas de vidas a diario.
Tales palabras, en boca del máximo responsable de las Fuerzas Armadas, sentaron especialmente mal a Zelenski, que este fin de semana desautorizó a su máximo jefe militar. En su Gobierno ha cundido la idea de que la prolongación de la guerra empieza a fatigar a los aliados occidentales, y que resulta necesario «proporcionarles victorias» para garantizar que los suministros de armas seguirán llegando a Kiev. Para mayor enfado del presidente ucraniano, Zaluzhny realizó estas manifestaciones en vísperas de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, visitara Kiev el sábado para mostrar el apoyo comunitario al país en un momento en que la guerra con Rusia parece haber pasado a un segundo plano por el conflicto israelí y se aprecian fisuras en el respaldo aliado.
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