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Cerca ya de cumplirse tres años desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, la paz parece ahora pendiente de una llamada telefónica entre Vladímir Putin y Donald Trump. Los dos presidentes han confesado estar «listos» para ese contacto. Y coinciden en que la ... cita sea cuanto antes para atajar ya la gigantesca lista de fallecidos en este conflicto. «Realmente me gustaría poder reunirse con Putin pronto para terminar esta guerra», dijo Trump en el Foco Económico Mundial de Davos. «Putin está preparado. Estamos esperando señales de Washington. Todo el mundo está preparado», apuntó el portavoz delKremlin, Dmitry Peskov. Cuando le preguntaron si el contacto podría ser este fin de semana, no dio una respuesta concluyente: «Aquí es difícil leer los posos del café».
Lo que sí quiso dejar claro Peskov es que el final de esta confrontación armada no depende del precio del petróleo, como defiende Trump. El magnate americano piensa casi siempre con el bolsillo. Y busca una solución para Ucrania por la vía económica: ahogando la economía rusa. Por eso, aprovechó el Foro de Davos para pedirle al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed Bin Salman, y a la OPEP una reducción del precio del petróleo. Moscú vería así cómo menguan sus ingresos y se agrava aún más la situación de sus finanzas. Como consecuencia, tendría que plantearse el final de una invasión en la que ya ha ocupado zonas que considera estratégicas.
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Trump, que ha incumplido su promesa electoral de acabar con la guerra de Ucrania el primer día de su mandato –ya lleva casi una semana–, cree que la resolución estaría más cercana con un petróleo barato. «La caída del barril podría fin a la guerra y sería sinónimo de prosperidad. No habría inflación y los tipos de interés caerían», augura el multimillonario neoyorquino.
Moscú, claro, no comparte la visión que tiene Trump. «No. Este conflicto no depende de los precios del petróleo. Todo se debe a la amenaza que sufre la seguridad nacional de la Federación Rusa y a la negativa total de los estadounidenses y los europeos a escuchar las necesidades de Rusia», argumentó Peskov. En su opinión, el gran obstáculo para iniciar un proceso de pacificación es Volodímir Zelenski: recordó que el presidente ucraniano ha prohibido por decreto hablar de paz.
De hecho, Ucrania dejó claro este viernes que se opone a que Putin y Trump negocien la paz sin la participación de Kiev y de la Unión Europea, según advirtieron fuentes de la Presidencia. «Putin quiere negociar el destino de Europa sin Europa. Quiere hablar de Ucrania sin Ucrania. Eso no ocurrirá. Putin debe volver a la realidad o será devuelto a la realidad», recalcó el jefe de la administración presidencial ucraniana, Andrii Yermak en Telegram. Esta respuesta no cuadra con la versión que había dado Trump en Davos sobre la postura de Kiev. Allí, en el Foro Económico Mundial, el presidente de EEUU aseguró que Zelenski le había dicho que estaba listo para llegar a un acuerdo y poner fin a la guerra. Cada parte mueve sus fichas sobre el tablero a las puertas de una negociación que parece cada vez más cercana.
Pese a su perfil de políticos duros, Trump y Putin han lanzado también mensajes en favor de la desnuclearización. «Me gustaría iniciar ese proceso», desveló el magnate. «Y les diré que al presidente Putin le gustó mucho la idea de reducir drásticamente la energía nuclear», añadió. El líder republicano dejó entrever incluso que China se sumaría a esa plan.
En este punto, sin embargo, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Sergei Shoigu, alertó el aumento del riesgo de una confrontación atómica porque los países occidentales intentan «debilitar» a Moscú. «La política occidental es abiertamente hostil. Ha provocado y está apoyando la situación de crisis en Ucrania», acusó.
Fuentes oficiales de Kiev anunciaron este viernes la mayor repatriación de cadáveres de soldados ucranianos devueltos por Rusia desde el inicio de la guerra. «Los cuerpos de 757 defensores caídos han sido devueltos a Ucrania», informó a través de Telegram el Cuartel General de Coordinación para el Tratamiento de Prisioneros de Guerra. Sólo en los alrededores de la ciudad de Donetsk se encontraban 451 de los cadáveres repatriados. Alrededor de 130 proceden de la zona de Zaporiyia, donde el ejército ruso ha intensificado sus ataques en los últimos meses. Otros 34 cadáveres no tienen un origen identificado y proceden de «distintas morgues rusas», según el centro de coordinación ucraniano.
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