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A mediados de mes, el principal sindicato de Rusia anunció la cancelación de las manifestaciones del Día de los Trabajadores, el 1 de mayo, debido a amenazas de carácter «terrorista». «No habrá marchas ni mítines en la capital, sino una reunión solemne» con activistas sindicales ... y afiliados, dijo Alexánder Shershukov, vicepresidente de la Federación de Sindicatos Independientes de Rusia. Explicó que la decisión de cancelar los desfiles se debió «al alto nivel de amenaza terrorista, incluso en regiones lejos de los lugares de la Operación Militar Especial».
Además, por orden de la Guardia del Kremlin (FSO en sus siglas en ruso) desde este jueves ha sido cerrado el acceso a la Plaza Roja, escenario habitual de las grandes celebraciones y punto de visita obligada para los turistas, hasta el próximo 10 de mayo, una vez hayan finalizado los eventos programados. «En relación con la preparación y realización de los actos ceremoniales dedicados a la conmemoración del 78 aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria de 1941-1945, del 27 de abril al 10 de mayo de 2023, la Plaza Roja estará cerrada al público», reza el comunicado difundido por el FSO sin dar más explicaciones.
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Rafael M. Mañueco
Algunas de las calles adyacentes serán además cortadas al tráfico. Otros años el acceso a la Plaza Roja también fue interrumpido en la víspera del Desfile de la Victoria, pero no tantos días. Las impresiones recogidas por algunos medios de comunicación rusos y redes sociales señalan que la limitación de movimientos en el entorno del Kremlin tal vez haya podido ser debida a los ataques recientes de drones, supuestamente ucranianos, en las regiones de Moscú, Riazán, Sarátov, Briansk, Kursk, Bélgorod, Krasnodar, Adigueya y San Petersburgo, en donde en la noche del miércoles se produjo una explosión cerca del aeródromo militar de Pushkin. Al parecer, según los medios locales, provocada por un aparato volador no tripulado.
Los empleados de los organismos estatales han recibido un memorándum, difundido en las redes sociales, con instrucciones para que, entre el 27 de abril y el 10 de mayo, se organicen por turnos para revisar los patios, áticos y sótanos de los edificios oficiales y viviendas del centro de Moscú a la búsqueda de objetos sospechosos, aparatos voladores o cualquier otro artilugio que pueda suponer una amenaza. El llamamiento sostiene que un empresario ucraniano ofreció la cantidad de casi medio millón de euros a quien sea capaz de hacer aterrizar un dron en la Plaza Roja.
El Desfile de la Victoria se organiza anualmente, no sólo en Moscú, sino en muchas otras ciudades rusas. Pero este año, por «motivos de seguridad» han sido cancelados en muchas regiones del país, especialmente en las más cercanas a Ucrania. Tampoco se celebrarán en Crimea y en el resto de los territorios ucranianos anexionados (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón). Parece que van a ser los festejos más deslucidos jamás vistos hasta la fecha.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, informó esta semana que, al comienzo de esta gran parada militar, el presidente Vladímir Putin lanzará su tradicional arenga, pero no avanzó ningún detalle sobre su contenido. Lo que sí se sabe es que el único jefe de Estado extranjero que acompañará a Putin en la tribuna de la Plaza Roja será su homólogo de Kirguistán, Sadir Zhapárov.
Según Peskov, en el desfile tomarán parte el próximo 9 de mayo unos 10.000 militares y 125 equipos entre lanzaderas de misiles, piezas de artillería, blindados y tanques, entre ellos el famoso y supernovísimo T-14 «Armata», que desfiló por primera vez en la Plaza Roja en 2015, tras sufrir un percance técnico durante los ensayos, y que nadie ha visto todavía en Ucrania. Tal vez por eso, y adelantándose a las posibles críticas de quienes opinan que este tanque sólo sirve para los desfiles y no para la guerra, el pasado martes, la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti, citando una fuente anónima, aseguró que «las tropas rusas han comenzado a utilizar los cañones de los nuevos tanques Armata para disparar contra posiciones ucranianas» como medio de artillería. El interlocutor de RIA-Nóvosti, no obstante, reconoció que este tanque «no ha participado todavía en operaciones de asalto».
El jefe de prensa de la Presidencia rusa ha advertido también que no está todavía decidido si habrá o no exhibición aérea durante el desfile. Pero, teniendo en cuenta que el año pasado, fue suprimida y ahora existe el peligro de ataques ucranianos, lo más probable es que el próximo desfile tampoco se vean aviones de combate ni helicópteros militares sobre el cielo moscovita, ya que para ello habría que desactivar momentáneamente el sistema de defensa aérea y podría ser aprovechado por el ejército ucraniano para colar un dron kamikaze.
Lo que tampoco se verá este año en ninguna parte de Rusia será la marcha del llamado «regimiento inmortal», que en Moscú discurre a través de la Plaza Roja y en la que Putin ha tomado siempre parte. Puede acudir cualquier persona con tal de portar un retrato de algún caído en la Segunda Guerra Mundial. La cuestión es que se rinde homenaje también a los muertos en otras guerras, Afganistán por ejemplo en años pasados. Y esta vez incluirían sin duda los que perdieron la vida en el campo de batalla ucraniano, lo que podría desenmascarar el alto número de bajas acumuladas y convertir el evento en una acción encubierta de protesta.
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