Los sindicatos franceses reclaman una consulta sobre el retraso de la jubilación

Apenas unas horas después de que se disolvieran las manifestaciones, y pese al importante rechazo social, el Senado dio anoche luz verde al proyecto de reforma con 195 votos a favor y 112 en contra, correspondientes de forma mayoritaria a los grupos socialista, comunista y ecologista. La tramitación seguirá ahora en la Asamblea Nacional, donde se debatirá a partir del miércoles.

Macron no quiere dar su brazo a torcer, ya que considera que la reforma es necesaria para garantizar el mantenimiento del sistema por reparto y su financiación. Pero por séptima vez consecutiva desde el pasado 19 de enero, los franceses salieron a la calle ayer en 230 manifestaciones para decir 'no' al proyecto que pretende retrasar a los 64 años la edad mínima de jubilación, frente a los 62 años actualmente. Sin embargo, se registró un descenso significativo de participantes con respecto a jornadas anteriores. La Policía contabilizó 368.000 personas en todo el territorio nacional. 48.000 de ellos protestaron en París. Pero la CGT, anunció un millón y 300.000 respectivamente. La convocatoria más concurrida fue la del pasado día 7, día en la que tomaron parte 1,3 millones de personas, según la Policía, y 3,5 millones en opinión de las centrales.

La intersindical hizo público un comunicado conjunto para denunciar «el desprecio en el que se obstina Emmanuel Macron» al negarse a recibir a sus representantes. «Triste desprecio a los trabajadores y a la democracia social», escribió en Twitter Laurent Berger. Philippe Martínez, por su lado, instó al presidente a convocar un referéndum sobre la reforma. «Si tan seguro está de sí mismo, lo único que tiene que hacer es consultar al pueblo. Veremos la respuesta», señaló el combativo sindicalista. Calificó de «corte de mangas a los sindicatos y al movimiento social» la carta que Macron envió el viernes, en la que decía que no subestima el descontento social, pero insistía en que la reforma de las pensiones es necesaria y debe ser aprobada. «Si no subestimara (el descontento de muchos franceses), nos habría recibido», añadió el líder de la CGT.

Luna de miel

El tándem Berger-Martínez ha olvidado viejas diferencias y parece haber enterrado el hacha de guerra. 'Berger-Martínez: La luna de miel', titulaba el pasado 11 de febrero en portada el diario 'Libération', destacando el inusual frente de los dos sindicalistas.

En la manifestación en París se registraron enfrentamientos puntuales entre las fuerzas de seguridad y manifestantes radicales. Al cierre de esta edición, había 32 detenidos. La jornada también estuvo marcada por huelgas y paros en diferentes sectores, desde los ferrocarriles al energético. Sólo uno de cada dos trenes de alta velocidad (TVG) circuló. En cambio, los parisinos vivieron una jornada casi normal en el metro, con la excepción de las líneas de trenes de cercanías RER. Asimismo se anuló el 20% de vuelos en los aeropuertos.

Preocupante es la acumulación de basura en las calles de París por la huelga de basureros contra la reforma de las pensiones. El viernes, había 4.500 toneladas de residuos sin recoger, después de cinco días de paro, según el ayuntamiento de la capital.