La socialista Anne Hidalgo abandonará la Alcaldía de París en 2026

«No me presentaré a un tercer mandato. Es una decisión que tomé hace mucho tiempo», asegura en Hidalgo, hija de republicanos españoles exiliados y que mantiene una buena relación con Pedro Sánchez. «Siempre he pensado que dos mandatos eran suficientes para llevar a cabo cambios profundos», añade. Tras su ridículo resultado en las elecciones presidenciales de 2022 -apenas el 1,7% de los votos-, buena parte de los comentaristas de la política gala presagiaban la jubilación de la alcaldesa, de 65 años, a partir de 2026. Pero el buen transcurso de la cita olímpica alimentó las especulaciones de un eventual tercer mandato.

La alcaldesa opta finalmente por dejar su cargo cuando concluya su segundo mandato. Desde su llegada al Hôtel de Ville en 2014, Hidalgo ha impulsado una ambiciosa transformación verde de la capital. Eso ha supuesto que se haya prácticamente multiplicado por cuatro el porcentaje de los parisinos que utilizan la bicicleta, pasando del 3% en 2010 al 11,2% este año. En cambio, sus adversarios le reprochan la suciedad, la inseguridad en algunos puntos del norte de la ciudad y una deuda de 9.300 millones de euros.

Otro aspecto sombrío en su balance es haber dejado a una izquierda dividida a nivel local. En las páginas de 'Le Monde', Hidalgo designa como sucesor al senador Rémi Féraud, quien también preside el grupo municipal de París en Común, la coalición entre socialistas, comunistas y verdes que apoya a la alcaldesa. Féraud, de 53 años, es un representante poco conocido para la mayoría de los parisinos y probablemente se enfrentará a una dura competencia en las primarias del Partido Socialista (PS).

El diputado y ex número dos de Hidalgo, Emmanuel Grégoire, bastante más mediático que Féraud, ya anunció la semana pasada su voluntad de presentarse en 2026. «Los militantes socialistas parisinos decidirán. Espero y deseo que los ecologistas y los comunistas se sumen a ellos desde la primera vuelta», defiende la alcaldesa. No obstante, el espacio progresista afronta con síntomas de dispersión en estos momentos esa batalla municipal, en la que el centroderecha macronista y la derecha tradicional podrían unirse en torno a la candidatura de Rachida Dati, actual ministra de Cultura y que fue la principal rival de Hidalgo en los comicios locales de 2020.

Aunque no optará a su tercer mandato y tampoco aspira a presentarse a las presidenciales de 2027, la alcaldesa afirma que «seguiré haciendo política, ayudando a la irrupción de una fuerza socialdemócrata y ecologista». Como ya había hecho en los últimos meses, expresa su oposición al actual secretario general del Partido Socialista, Olivier Faure. Y se decanta por las tesis del ala derecha de su partido, contraria a la alianza unitaria del Nuevo Frente Popular con el resto de fuerzas progresistas, incluida la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos). Los socialistas celebrarán el año que viene un tenso congreso nacional e Hidalgo quiere influir en ese cónclave interno.