Borrar
Dominic Cummings, asesor de Boris Johnson. Neil Hall (EFE)
Empeño bruto de Johnson por acallar el 'caso Cummings'

Empeño bruto de Johnson por acallar el 'caso Cummings'

La Policía de Durham encuentra una posible quiebra de las reglas del confirnamiento por el asesor del Gobierno

iñigo gurruchaga

Corresponsal en Londres

Jueves, 28 de mayo 2020, 21:41

La Policía de Durham que ha investigado la estancia de Dominic Cummings, su mujer y su hijo en la hacienda que sus padres tienen en la localidad, ha llegado a la conclusión de que el asesor de Boris Johnson pudo haber cometido «una quiebra menor» de las reglas del confinamiento cuando fue a un bello paraje cerca de su residencia para dar un paseo.

Cummings estuvo desde la noche del 27 de marzo en una casa en la granja familiar, a cincuenta metros de la de su hermana y sus sobrinas. El 12 de marzo, ya recuperado de Covid, se fue con su mujer y su hijo a un paraje bello de la comarca, Barnard Castle, en la ribera del río Tee, porque ella le habría pedido que probase qué tal se sentía conduciendo, tras tener problemas con su vista durante la enfermedad.

La idea de ponerse al volante de un coche para comprobar que la vista no le falla fue percibida por muchos oyentes como una mentira. Fue motivo también de muchos chistes. Y de empeños épicos para proteger al gurú del Gobierno. El ministro del Gabinete, Michael Gove, afirmó que él también había montado alguna vez en su automóvil para comprobar si veía bien.

La familia iba a regresar el 14 a Londres, pero emprendió una ruta en la dirección opuesta. El 12 era exactamente el cumpleaños de la esposa y madre. El paraje elegido es un reclamo turístico. Se habrían sentado junto al río. Luego, regresando a la casa, el niño quería orinar y fueron a parar a otro lugar bonito, en el que un testigo oyó a Cummings elogiar la belleza sin par de un campo cubierto por campanillas azules.

En esos días no se permitía a los británicos que condujesen a parajes bellos para dar una vuelta. Tenían que hacer su ejercicio diario en su entorno habitual. La Policía de Durham explica en su comunicado que si un oficial hubiese detectado a la familia Cummings en la carretera hacia Barnards Castle, les hubiese pedido que regresaran a Durham. La descripción de todo este episodio como una farsa es frecuente.

Aquí hablo yo

Un nuevo acto tuvo de nuevo a Johnson como protagonista. Presentaba junto a los principales asesores científicos del Gobierno las nuevas medidas de relajación del confinamiento. El lunes reabrirán colegios de primaria, seis personas que no cohabitan podrán reunirse al aire libre y manteniendo los dos metros de distancia. Pero algunos periodistas tenían otro asunto en mente.

Preguntó la corresponsal política de la BBC a los científicos que han explicado cada día la estrategia contra la pandemia qué opinan del viaje de Cummings y Johnson se interpuso. «Es muy, muy importante», dijo, «que nuestros oficiales médicos y asesores científicos no sean arrastrados a lo que creo que la gran mayoría de la gente reconocería como una discusión política».

El ministro Gove, que, como Johnson, fue periodista antes que político, también interrumpió el miércoles la pregunta de una diputada al negociador del Brexit con la Unión Europea, el exdiplomático David Frost, porque, según Gove, una cuestión sobre la diferencia entre los viejos funcionarios, que eran discretos, y los nuevos, que son famosos y dan conferencias de prensa, solo podía responderla él.

El Gobierno quiere ahogar la indignación por la conducta de Cummings. Los medios conservadores ya no publican los nuevos capítulos en sus portadas. Pero más énfasis pone Johnson en acallar a todos en cuanto oye el nombre de su asesor y más ahínco provoca en los rivales. El laborista Keir Starmer ya ha señalado que el gran asunto en este enredo es en realidad la debilidad del primer ministro.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Empeño bruto de Johnson por acallar el 'caso Cummings'