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J. FERNÁNDEZ
Jueves, 17 de marzo 2022, 15:26
La guerra de Ucrania, como todas, se desarrolla en el campo de batalla y en el de la propaganda, donde los políticos y los servicios de inteligencia buscan el respaldo de los ciudadanos. Estos últimos son cruces de declaraciones y datos en los medios y ... en las redes sociales, que están jugando un papel determinante en la comunicación de todo lo que acontece. Esta madrugada, Rusia y EE UU se han visto enzarzadas en una batalla en este pantanoso terreno. El presidente americano, Joe Biden, daba una rueda de prensa para anunciar una ayuda militar masiva a Ucrania. Sucedía horas después del supuesto borrador para la paz de 15 puntos que había puesto sobre la mesa el equipo de Putin en una nueva jornada de negociaciones. También después de que su Ejército atacara el teatro de Mariúpol, una instalación donde se refugiaban civiles. Una gran parte eran niños, tal y como se leía en carteles en los laterales de la calle donde está y que eran visibles desde el aire. Y lo que se preveía como una gran tragedia, al final ha acabado sin víctimas.
En medio de la indignación por este indiscriminado bombardeo, que cuestionaba los escrúpulos de los militares rusos, una periodista preguntó a Biden qué le parecía la situación. «Creo que (Putin) es un criminal de guerra», respondió el mandatario demócrata. La frase, corta y contundente, dejó sin respiración a la audiencia, aunque se mantiene en la tónica de lo que opina el presidente de EE UU desde el inicio de la invasión y que le ha llevado, también, a desconfiar de las propuestas rusas en las conversaciones de paz.
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Quizá era excesivo lo que dijo y su secretaria de prensa se apresuró en matizar la declaración, que podría provocar a Putin y terminar en más que un rifirrafe dialéctico. «Estaba hablando con el corazón», subrayó a los medios Jen Psaki. Según ella, Biden hablaba en caliente después de ver imágenes de «acciones bárbaras de un dictador brutal a través de la invasión de un país extranjero».
Los ecos de la frase de Biden llegaron rápidos al Kremlin, que no esperó mucho para contestar. «Consideramos inaceptable e imperdonable semejante retórica por parte del jefe de un Estado cuyas bombas mataron a centenares de miles de personas en todo el mundo», declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. Es verdad que Putin no ha dicho nada, pero parece claro que no le ha sentado nada bien el calificativo de su homólogo americano.
Un alto funcionario del Ministerio de Defensa de EE UU ha detallado que las fuerzas rusas no han hecho «ningún avance significativo» hacia la ciudad de Kiev en el norte y en el noroeste. «Seguimos viéndolos mover las fuerzas de retaguardia hacia adelante, pero no hay un progreso tangible desde ayer. Las fuerzas rusas al este de Kiev están a unos 30 kilómetros de distancia», ha dicho. Eso sí, esta madrugada, uno de sus misiles ha sido interceptado y ha caído en un edificio de viviendas de la capital, donde ha dejado un muerto, tres heridos y treinta vecinos evacuados.
El oficial estadounidense ha destacado, además, que el Ejército ucraniano tiene el control de Brovary y que no hay cambios ni en Chernígov ni en Járkov. También ha señalado que en Izium o en sus alrededores hay enfrentamientos. «Mariúpol permanece aislado. Ustedes mismos han visto cuánto y cuán letales son los fuegos de largo alcance y el efecto que están teniendo allí. Pero permanece aislada con las fuerzas rusas tanto al norte como al este de la ciudad», ha subrayado. De hecho, el gobierno ucraniano informó también de que el ataque al teatro donde se refugian civiles no dejó ninguna víctima.
Con respecto a Mykolaiv, ha detallado que «los ucranianos continúan defendiendo la ciudad» y que sigue siendo de las fuerzas ucranianas. «Los rusos todavía están fuera de la ciudad, principalmente hacia el noreste, de nuevo a 10 o 15 kilómetros», ha dicho. «Vemos una mayor actividad naval en el norte del Mar Negro. Y observamos, como dijimos, algunos buques de desembarque rusos allí y algunos combatientes de superficie. También hemos observado por nuestra cuenta el bombardeo de algunas ciudades y pueblos fuera de Odesa», ha destacado. También se ha atacado una escuela de ciudad de Merefa, aunque no se han producido víctimas.
«Hemos visto indicios de que los rusos están considerando discutir y deliberar el grado en que necesitan reabastecerse desde fuera del teatro. Y por teatro, me refiero a Ucrania. Los hemos visto comenzar a tener discusiones sobre lo que podrían necesitar hacer para reabastecerse, y eso incluiría la mano de obra», ha agregado.
7.000 soldados rusos muertos
Sobre todo tras 22 jornadas de guerra en la que los avances de sus tropas llegan a cuentagotas. ¿Qué le pasa al todopoderoso Ejército ruso?, es la pregunta. Las agencias de inteligencia americanas tienen todo tipo de teorías, pero la que se acaba de filtrar a través de 'The New York Times' se apoya en datos. La feroz y sorprendente resistencia ucraniana le ha puesto contra las cuerdas.
Estas organizaciones han hecho una estimación sobre cómo está afectando la guerra al frente de Putin y según sus informes más de 7.000 soldados habrían muerto en las tres semanas que llevamos de guerra. Esta cifra supera la de los militares estadounidenses que perdieron la vida en los combates de Irak y Afganistán. Las bajas obviamente afectarían de manera negativa al avance de las tropas, incluida la columna de tanques que amenaza Kiev desde hace semanas sin éxito, sugieren los funcionarios del Pentágono.
980 misiles rusos
El Ministerio de Defensa de Estados Unidos, por su parte, ha cifrado este jueves en más de 980 los misiles que han surcado los cielos ucranianos desde el inicio de la invasión. Con respecto a los posibles combatientes extranjeros movilizados por Rusia, ha señalado que, pese a que los propios rusos lo han dicho, «no hay indicios de que haya ninguno dentro del país en este momento». También ha descartado movimientos de tropas de Georgia a Ucrania.
Rusia tendría alrededor del 75% de su fuerza militar comprometida con la batalla, lo que supone las tres cuartas partes del Ejército. «Me refiero principalmente a los grupos tácticos de batallón, que son las unidades en las que se ha basado principalmente en la estructura en la que ha respondido o en la que se ha basado», ha subrayado la portavoz del Defensa.
Entre 14.000 y 21.000 heridos
Estas mismas fuentes sostienen que cuando el 10% de los miembros de una unidad militar mueren o resultan heridos, esa unidad ya no es capaz de llevar a cabo acciones de combate. Ahora mismo, más de 150.000 militares rusos participan en la guerra en Ucrania y entre 14.000 y 21.000 están heridos, lo que podría significar que la mayoría de los destacamentos de combate se encuentran bajo mínimos. Además, las Fuerzas Armadas de ocupación han perdido al menos tres generales.
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