El Estado Islámico frena el asalto a Faluya con una fuerte contraofensiva

Una semana después de que Bagdad anunciara el inicio de la operación, sus tropas avanzaron hacia los confines de la ciudad, llegando a través de la zona rural a las afueras al sur pero sin entrar en la principal zona construida.

Así, las fuerzas gubernamentales, apoyadas por la aviación de la coalición internacional liderada por Estados Unidos y conducidas por la unidad de élite iraquí de antiterrorismo, entraron este lunes en Faluya, en el octavo día de su ofensiva para arrebatar al EI esta ciudad situada a 50 km al oeste de Bagdad.

Bagdad considera el asalto como un potencial punto de inflexión en la campaña apoyada por Estados Unidos para acabar con el grupo terrorista. Faluya es el bastión más próximo a la capital que tienen los insurgentes y se cree que es la base desde la que han lanzado una campaña de atentados suicidas contra Bagdad, que está a menos de una hora de coche.

Pero según los expertos, la batalla se anuncia larga y difícil, ya que el grupo extremista está bien anclado en Faluya desde su conquista en enero de 2014, uno de los dos principales feudos yihadistas en Irak junto con Mosul (norte).

Los soldados del Equipo de Respuesta Rápida, una unidad de elite iraquí, detuvieron su avance durante la ncohe a unos 500 metros del distrito de Al Shuhada, la parte sur de la principal área urbana, según un comandante militar y un oficial de la Policía.

Unos 50 fallecidos

Un trabajador del principal hospital de Faluya ha señalado que recibió informaciones de 32 civiles muertos este lunes. Fuentes médicas han informado que el balance de víctimas en la ciudad es de unos 50 -30 civiles y 20 milicianos- durante la primera semana de la ofensiva, que aún no ha implicado combates callejeros.

Faluya es la segunda mayor ciudad de Irak bajo control de Estado Islámico detrás de Mosul, su capital de facto en el país. El primer ministro, Haider al Abadi, anunció el asalto a Faluya el 22 de mayo tras una ola de atentados con comba que mataron a más de 150 personas en una semana en Bagdad, el peor balance en lo que va de año.