Secciones
Servicios
Destacamos
M. Rego
Viernes, 23 de febrero 2024, 13:15
Benjamín Netanyahu se había limitado en estos cuatro meses y medio de guerra contra Hamás a hablar de objetivos a corto plazo, de presente, con la liberación de los rehenes y la desaparición de cualquier rastro del movimiento islamista como sus grandes obsesiones. Pero ahora ... piensa ya en el día después de un conflicto que, según las autoridades de la Franja, ha causado más de 29.500 muertos entre los gazatíes. Eso se desprende, al menos, del plan para Gaza tras la ofensiva que el primer ministro israelí presentó el jueves por la noche a su gabinete de guerra y que este viernes se hizo público. El texto habla de la desmilitarización total del enclave, su administración por parte de personas sin vínculos con «el terrorismo» y el cierre de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que lleva semanas envuelta en polémica por la supuesta implicación de varios de sus empleados en los sangrientos ataques del 7 de octubre. De la Autoridad Palestina, o de su posible papel en ese futuro, no aparece ni línea en el documento.
El plan promovido por 'Bibi' carece de fechas. La idea es que se ponga en marcha cuando acabe un conflicto que no parece tener fin y menos en este momento cuando el Gobierno israelí amenaza con atacar Rafah, la única puerta de salida de la guerra que tenían los palestinos, durante el Ramadán, que comenzará el 10 de marzo. El documento, sin embargo, supone el primer pronunciamento de Netanyahu y su equipo en este tiempo sobre el futuro de la Franja tras la ofensiva. Entonces, con las tropas hebreas ya retiradas, el enclave pasaría a estar en manos de «funcionarios locales» con «experiencia administrativa» y sin lazos con «países o entidades que apoyen el terrorismo». No lo recoge expresamente el documento pero de esta manera Tel Aviv podría dejar fuera de esa gestión a Esados como Irán o Catar, uno de los refugios de los líderes de Hamás, por su entrega de fondos a diferencias grupos palestinos.
Noticias relacionadas
Esa nueva administración de Gaza, eso sí, no cerraría la puerta a la intervención de Israel en el enclave. El plan abunda en que el ejército hebreo tendría libertad para operar en la zona con el fin de «evitar el resurgimiento de actividades terroristas» así que la retirada de sus tropas una vez termine la ofensiva sería relativa. Y eso que el texto publicado este viernes por la Oficina del Primer Ministro insiste en la «completa desmilitarización» de la Franja tras la guerra «incluso más allá de lo necesario para mantener el orden público». Con ese objetivo, el Gobierno de Netanyahu plantea asimismo un programa integral para la «desradicalización» de todas las instituciones religiosas y educativas presentes en la Franja y también de cualquier proyecto social que se desarrolle en este territorio.
En ese contexto -era previsible- no tendría razón de ser la UNRWA, sentenciada de muerte por el Ejecutivo israelí desde hace años. La agencia dependiente de la ONU, con los fondos de más de una decena de países suspendidos tras desvelarse su supuesta implicación en el 7 de octubre, pasaría a la historia y sería reemplazada por «organizaciones internacionales de ayuda humanitaria responsables». El texto no da nombres.
Las intenciones de 'Bibi' para una Franja arrasada, que incluyen también la creación de una 'zona tapón' o de seguridad en el enclave, que ha comenzado ya con la demolición de edificios a un kilómetro de la frontera, generó un reguero de críticas nada más conocerse. En primer lugar porque va en contra de los planes presentados por la Administración Biden, apoyo fundamental de Tel Aviv hasta ahora, y también porque supondría «perpetuar la ocupación israelí y evitar el establecimiento de un Estado palestino», según denunció Nabil abú Rudeina, portavoz de la presidencia de la Autoridad Palestina. El día después ideado por Israel demuestra el «rechazo» del primer ministro hacia ese doble Estado.
Noticias relacionadas
«Gaza sólo será parte de un Estado palestino con Jerusalén como capital», advirtió el portavoz de Mahmud Abbás, convencido de que cualquier otro plan «está destinado al fracaso». «Nunca tendrá éxito», sentenció Hamás. Tampoco gustó, en este caso en El Cairo, que teme una violación de su soberanía, que el documento contemple una «valla sur» en la frontera entre la Franja y Egipto para intentar controlar el tráfico de bienes por este punto, el único del enclave que no limita con Israel. El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, reconoció este viernes no haber leído el proyecto de Netanyahu pero avisó de que la «reocupación» no puede ser una opción.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.