El Ejecutivo francés elimina el debate parlamentario de la reforma laboral

La reforma quedará aprobada en esa cámara a menos que la oposición introduzca en las 24 horas siguientes una moción de censura con apoyo de la mayoría, algo que los diputados conservadores ya han avanzado que no se plantean hacer. Si no se plantea esta opción, el texto será automáticamente firmado y pasará al Senado, donde el Partido Socialista no tiene mayoría absoluta, si hay discrepancias, pasaría de nuevo a la Asamblea para su votación definitiva, donde el Ejecutivo podría servirse otra vez de ese artículo, tachado por la oposición de antidemocrático.

"La estrategia de unos y de otros a menos de un año de las presidenciales no debe bloquear el país. (...) No es intransigencia, pero en este momento difícil internacional y europeo, no quiero dejar que las divisiones alimenten las fracturas", ha destacado el jefe del Gobierno. Valls ha señalado que actúa teniendo en cuenta el interés de los franceses y ha recordado que el texto responde a la intención de que el país sea más fuerte frente a la competencia internacional, las empresas tengan más flexibilidad a la hora de invertir y los trabajadores estén más protegidos.

Esta polémica ley del Gobierno socialista ha causado numerosas críticas desde la izquierda francesa, sindicatos y organizaciones juveniles, que han convocado hoy la décimosegunda jornada de movilización nacional desde que se filtraron en febrero sus primeras disposiciones