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Imagen de un joven en Londres. Efe
Titubeo británico sobre el cierre de grandes eventos

Titubeo británico sobre el cierre de grandes eventos

El Gobierno promete una ley la próxima semana aunque sus estrategas de la epidemia consideran que tienen poco efecto

Iñigo Gurruchaga

Londres

Sábado, 14 de marzo 2020

El Gobierno de Boris Johnson ha dado la sensación de ser sensible a las críticas sobre su tratamiento del coronavirus, con uno de sus portavoces informando a la prensa británica que se presentará esta semana un proyecto de ley para permitir la prohibición de grandes aglomeraciones de población. El primer ministro y sus asesores científicos habían descartado por el momento esa medida.

La Feria del Libro, el congreso del Partido Liberal-Demócrata, los partidos de fútbol de la liga Premier,… Organizadores de muy variados eventos han anunciado su cancelación en la última semana, pero el Gobierno no le daba importancia en el marco de su política de contención del virus. Decenas de miles han acudido cada día a las carreras de caballos en Cheltenham, una de las grandes citas anuales.

El exministro de Sanidad, Jeremy Hunt, rival de Johnson el pasado año en las elecciones de líder del Partido Cconservador, expresó en la BBC su sentimiento de «extrañeza y preocupación» porque se estuviesen celebrando eventos con tales audiencias. En Irlanda del Norte, la viceministra principal, Michelle O'Neil, que había respaldado la unidad en el tratamiento de la epidemia, rectificó quizás por órdenes superiores y exigió que se aplique la política más restrictiva de Dublín.

El principal asesor científico del Gobierno, sir Patrick Wallance, con una larga carrera de investigación en la Universidad y el sector privado, acudió a los medios para expresar la convicción epidemiológica en que la transmisión se produce fundamentalmente a través de familiares, amigos o compañeros de trabajo, en lugares más pequeños que un estadio y cerrados.

El Gobierno británico ha pedido a las personas que tengan síntomas de padecer la infección que se aíslen en sus casas durante una semana, no ha cerrado colegios y solo hace test de infección a los hospitalizados. Hay una diferencia de enfoque sobre los objetivos en el corto y en el largo plazo. La Organización Mundial de las Salud(OMS) insiste en la necesidad de identificar y trazar las rutas de infección.

Dudas

La explicación más nítida de la estrategia liderada por Johnson, Wallance y el asesor científico del Ministerio de Sanidad, también experto en epidemias, Chris Witty, es que están dispuestos a aceptar que avance la infección, porque la formación de «un rebaño inmune» de habitantes permitiría la protección de la sociedad en el medio plazo y también en futuras olas posibles del mismo virus.

Wallance ha sugerido que la infección del 60% por ciento de la población británica sería la masa necesaria para crear esa inmunidad colectiva. Otros académicos creen que ofreció un porcentaje bajo. Y cree también el Gobierno que una supresión rápida de la propagación del virus, como ha ocurrido en China, y como pretenden ahora países europeos, no resolvería el problema más que temporalmente.

Otro elemento de la estrategia es evitar un desbordamiento súbito del sistema de salud pública y extender por eso el impacto a lo largo de los meses, con el punto álgido de la infección en 10 o 14 semanas. El déficit de camas, equipamientos y personal para tratar los quizás 150.000 casos necesitados de cuidados hospitalarios en ese momento parece ya incorregible.

Una portavoz de la OMS Margaret Harris, ha puesto en duda, en la BBC, la estrategia británica, afirmando: «Este virus no ha estado entre nuestra población un tiempo suficiente como para que sepamos qué hace en términos inmunológicos. Todos los virus actúan de manera diferente en el cuerpo y estimulan un diferente perfil inmunológico».

El primer ministro Johnson ha estado en contacto telefónico en los últimos días con líderes europeos- Macron, Merkel, Conti,...- y en las conversaciones han tratado evidentemente los enfoques ante el coronavirus y la reunión por videoconferencia que mantendrán como parte del G7 este lunes. La posibilidad de que emerja una política común es baja, a pesar de los cambios de Donald Trump en los últimos días.

Científicos piden a Johnson que cambie

I. Gurruchaga. Más de doscientos científicos de universidades británicas han criticado en una carta pública la política aplicada en Reino Unido contra la epidemia. Los académicos e investigadores señalan que el Servicio Público de Sanidad (NHS) será sometido aún a mayor presión y que se producirán fallecimientos innecesarios por la no aplicación de medidas radicales de aislamiento como las que se han puesto en marcha en otros países europeos.

El Gobierno, siguiendo el consejo de sus científicos, ha adelantado que en los próximos días pedirá a familias en las que hay un infectado que se aíslen y presentará una estrategia de protección de personas mayores. Ha pedido también a las industrias del país que produzcan ventiladores médicos, para suplir su carencia. Los supermercados han pedido a sus clientes que no acaparen productos y alimentos, so pena de causar problemas de abastecimiento para todos.

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