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beatriz juez
Corresponsal. París
Sábado, 11 de diciembre 2021, 21:02
El ultraderechista Éric Zemmour, azote del islamismo y de lo políticamente correcto, agita la campaña para las elecciones presidenciales francesas del próximo abril con sus declaraciones polémicas y sus salidas de tono. Antes de dar el salto a la política, Zemmour, de 63 años, trabajó ... como periodista y columnista para el diario conservador 'Le Figaro'; fue tertuliano en la cadena de televisión CNews, la Fox News del país vecino, y es autor de ensayos muy populares -el último, 'Francia no ha dicho su última palabra', ha vendido más de 250.000 ejemplares-. Estas son sus obsesiones, presentes en cada uno de sus discursos.
Defiende la teoría conspirativa de la extrema derecha, popularizada por el escritor francés Renaud Camus, que sostiene que la población blanca y cristiana está siendo reemplazada por inmigrantes musulmanes. Zemmour advierte que esto llevará a la destrucción de la cultura y civilización francesas. «El gran reemplazo no es ni un mito ni un complot, sino un proceso implacable», afirma en 'Francia no ha dicho la última palabra'. «Uno siente que ya no está en el país que conocía. Uno se siente extranjero en su propio país», dijo en el vídeo de lanzamiento de su campaña. «Esta es nuestra casa. Esta es nuestra casa», gritaban sus simpatizantes cuando hablaba de inmigración en su primer mitin electoral en Villepinte, en las afueras de París.
Zemmour, que es francés judío de origen argelino, promete que, si es elegido presidente, su objetivo será «la inmigración cero». Afirma que no es racista, pero exhibe una islamofobia y xenofobia sin complejos. Quiere prohibir los nombres sin raíz judeocristiana, como Mohamed. Denuncia «la islamización de Francia» y la «inmigración de masas», que vincula a «la inseguridad permanente». De los menores no acompañados dice que «casi todos son ladrones, asesinos y violadores». Y acusa a los inmigrantes musulmanes de no integrarse en la sociedad francesa y de tratar de imponer sus costumbres y la sharía. «Sí, la asimilación es exigente. Pero ¿por qué eximir a los argelinos, malienses o turcos de los esfuerzos realizados antaño por españoles, polacos e italianos?», pregunta.
«No creo que seamos un país tan rico. Creo que somos un país en vía de declive, de empobrecimiento, de convertirse en un país del tercer mundo», afirma Zemmour, quien promete que si gana los comicios Francia volverá a ser «una potencia industrial mundial».
Manipulación. El presidente Macron le acusó de mentir al decir que el régimen de Vichy salvó a los judíos franceses
Publicó en 2006 'El primer sexo', título que hacía referencia a la obra 'El segundo sexo' de Simone de Beauvoir. En su libro reivindica el patriarcado, denuncia la renuncia del hombre a su virilidad y la feminización de la sociedad. Y critica a las feministas por querer «castrar» a los hombres. «En una sociedad tradicional, el apetito sexual de los hombres va a la par con el poder. Las mujeres son el objetivo y el botín de todo hombre que aspira a subir en la sociedad. Las mujeres le reconocen, le eligen y le valoran», escribe en su último ensayo. El candidato, que ha sido acusado de agresiones sexuales por varias mujeres, niega ser un misógino, como denuncian las feministas francesas. Considera que la acusación es «ridícula», pues creció rodeado de mujeres, que, según él, «forjaron» su carácter «más que los hombres».
Zemmour lanzó su candidatura con un vídeo con referencias a Juana de Arco, Luis XIV, Napoleón, Charles de Gaulle y otros grandes nombres de la Historia de Francia, de la que es un apasionado aunque en numerosas ocasiones la manipula a su antojo. «Imposible no es francés», una cita atribuida a Napoleón, es su eslogan oficial de campaña. Zemmour creó polémica al asegurar que el general Philippe Pétain y el régimen de Vichy «salvaron» a los judíos franceses durante la segunda Guerra Mundial. El presidente Emmanuel Macron le acusó, sin nombrarlo, de manipular la Historia.
'Reconquête' (Reconquista), el nombre que ha elegido para su partido de extrema derecha, hace referencia a la reconquista española, periodo en que los reinos cristianos reconquistaron el territorio peninsular ocupado por los musulmanes hasta su expulsión definitiva en 1492. Para Zemmour, el mitin de Villepinte marcó «el inicio de la reconquista del país más bonito del mundo». «La reconquista de nuestra economía, la reconquista de nuestra seguridad, la reconquista de nuestra identidad, la reconquista de nuestra soberanía, la reconquista de nuestro país», dijo el candidato.
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