El Parlamento británico da el 'sí' a la ley del 'brexit'

Las partes esenciales de la ley, descrita a menudo como la que confirma 'el divorcio' tras cuatro décadas y media de integración, son el pago de compromisos presupuestarios, los derechos de ciudadanos británicos y de la UE en su país de residencia y el establecimiento de un mecanismo fronterizo que evite controles fuertes entre Irlanda e Irlanda del Norte.

El primer ministro, Boris Johnson, ya logró en octubre que una mayoría de diputados diese su aprobación al proyecto de ley que traducía su acuerdo con el Consejo Europeo, pero su intento de tramitarlo en un tiempo muy breve fue después rechazado. El Gobierno retiró el proyecto y el bloqueo subsiguiente desembocó en la convocatoria de elecciones.

Johnson ha aprovechado la amplia mayoría que logró en los comicios para introducir cambios en la ley. El proyecto original incluía, por ejemplo, la exigencia de que los ministros del Gobierno no alterasen tras el 'brexit' la legislación laboral británica rebajando derechos de los empleados por cuenta ajena establecidos en la UE, salvo con la aprobación del Parlamento. Esa cláusula ha sido ahora eliminada.

La promesa era un legado de Theresa May, quien, tras dos intentos frustrados de obtener el respaldo del Parlamento a su acuerdo con la UE, ofreció esa protección de derechos laborales para lograr el apoyo de diputados laboristas que representan distritos que votaron por el 'brexit'. Johnson la mantuvo en octubre y 19 laboristas se sumaron a las filas conservadoras para darle su breve victoria. El primer ministro justifica ahora el cambio porque rechaza «la idea de que nuestros procedimientos sean medidos por referencias de la UE».

También se elimina del proyecto de ley original un compromiso de negociar con la UE la acogida de menores no acompañados que buscan refugio en Europa y tienen familia en Reino Unido, cuando termine en febrero la libertad de movimiento de personas. May también lo incluyó para obtener apoyo de la oposición a su 'brexit', aunque como ministra de Interior redujo drásticamente el propósito inicialmente aireado de acoger 3.000.

El Gobierno británico habría aceptado a unos 350 menores no acompañados procedentes de centros de refugiados en Europa y canceló en 2017 el programa -propuesto por el laborista lord Alf Dubs, que llegó a Reino Unido como niño refugiado de pogromos contra judíos-, argumentando que había acogido a cientos procedentes del campamento en Calais, aunque con familia próxima establecida en territorio británico.

La laborista Lisa Nandy, diputada por Wigan, dijo a Johnson en el Parlamento: «Está en lo cierto cuando dice que ha ganado un mandato para culminar el 'brexit', pero no ha obtenido el derecho de meter con calzador en esta ley medidas que son un ataque directo a niños que se cuentan entre los más vulnerables del mundo. Si cree que la gente de ciudades como la mía, deseosas de culminar el 'brexit', quiere que demos la espalda a la decencia y a la tolerancia, a la generosidad, el calor y la empatía, se equivoca».

Johnson negó que su objetivo sea reducir el compromiso británico de acogida de menores o reducir derechos laborales. Quiere que «comience la curación», que se «una de nuevo la nación» y se abandonen «las etiquetas de 'promarcha' y 'propermanencia'». Pero otra modificación de la ley elimina la promesa de acordar en el Parlamento los objetivos de la negociación con la UE sobre la futura relación comercial o de someter el resultado provisional a su ratificación preliminar.