Los españoles cambian el coche diésel por el híbrido y no se interesan por el eléctrico

Muy atrás en el tiempo queda la época dorada de los coches diésel en España. En el año 2016 sus ventas superaban el 56% del total, con modelos en todos los segmentos y categorías, incluso en los pequeños urbanos, que registraban unos consumos muy frugales y resultaban muy rentables debido al bajo precio del gasóleo. Las cosas han cambiado. Las restricciones de acceso a las Zonas de Bajas Emisiones junto con una menor oferta ha relegado a este tipo de vehículos en las listas de ventas, pese a que los coches con motor diésel actuales tienen el distintivo C (verde) de la DGT, el mismo que los de motor de gasolina.

Ya en 2022, los vehículos con motor diésel representaron alrededor del 17% del total de las matriculaciones, al tiempo que se constata el incremento de las ventas de coches de energías alternativas.

Así, los híbridos e híbridos enchufables (PHEV) ocupan la segunda y tercera posición en las preferencias de compra de los españoles, según el estudio «Preferencias de movilidad y tendencias de compra 2023» presentado ayer por Faconauto, la patronal de los concesionarios, en colaboración con la consultora PwC España. El vehículo eléctrico puro (BEV) queda relegado a un último lugar. El 69% de los encuestados consideran poco o nada efectivos los planes Moves de incentivo a la compra de coches eléctricos.

La principal barrera para acceder a un vehículo puramente eléctrico es el alto coste de su adquisición, seguido de otros factores como la autonomía, la ausencia de electrolineras o de ayudas para su compra, y la escasa infraestructura de carga. Un 60% de los encuestados considera «nada o poco efectivos» los actuales programas Moves de ayuda a la compra de vehículos alternativos o a la instalación de puntos de carga.

El perfil de las mujeres de entre 18-29 años destaca por tener como primera preferencia al vehículo 100% eléctrico.

El vehículo privado y de gasolina es la opción preferida de movilidad entre los españoles. Prácticamente la totalidad de los encuestados (95%) considera al vehículo privado una opción de movilidad «relevante/muy relevante». Para la mitad lo es el transporte público (53%), así como los servicios de taxi-VTC (51%).

Por otro lado, las nuevas opciones de movilidad, como el coche por suscripción (15%), micromovilidad (14%) -que engloba patinetes, bicis, etc.- o el carsharing (13%), evolucionan más lentamente.

Respecto al proceso de compra, los criterios más tenidos en cuenta a la hora de decantarse por un modelo u otro son el precio, que sigue siendo el criterio principal, seguido por los sistemas de seguridad que incorpora el vehículo y por su autonomía/consumo en tercer lugar. El criterio de sostenibilidad ocupa el último puesto.

El 93% de los encuestados subraya la importancia y el papel que juegan los concesionarios en el proceso de adquisición de un nuevo vehículo. De esta manera, este porcentaje ve necesario acudir al establecimiento físico en su proceso de compra, mientras que únicamente un 7% es partidario de realizar dicho proceso de manera 100% digital. No obstante, el canal online es el predilecto para la búsqueda e información previa.

Más de la mitad de los compradores afirma que visita dos o más establecimientos antes de formalizar la operación, y comparan entre dos o más marcas. Esta tendencia es mayor en los perfiles de mayor edad, entre los 30 y 50 años o más. Además, de la visita al concesionario los usuarios lo que más valoran es poder ver el vehículo (81%), probarlo (69%), así como otros aspectos como obtener información clara y directa sobre las características y funcionamiento del propio vehículo.

En lo que respecta al futuro de los concesionarios, una gran mayoría de los usuarios (96%) los consideran «imprescindibles» dentro de un contexto en el que, además, el 27% los denominan como «un gran centro de movilidad».

En esta encuesta han participado 700 personas. Más de la mitad son hombres con edades comprendidas entre los 30 y 50 años, residen o trabajan en zonas urbanas, y tienen unos ingresos anuales superiores a los 50.000 €. El 68% recorren más de 20 km de media al día.

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