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A. Noguerol
Sábado, 13 de enero 2024, 03:06
La reducida demanda por parte de los clientes y los elevados costes derivados de las reparaciones son dos de los motivos argumentados por la compañía de alquiler de coches Hertz en Estados Unidos para desprenderse de su flota de vehículos eléctricos, que serán sustituidos por coches de gasolina.
La venta de estos vehículos de batería, unos 20.000, que suponen un tercio de su flota eléctrica en el país, comenzaron el mes pasado y seguirán durante el año 2024. Además, Hertz espera registrar unos 245 millones de dólares (223 millones de euros) en gastos de depreciación en el cuarto trimestre del año.
«La compañía espera reinvertir una parte de los ingresos de la venta de vehículos eléctricos en la compra de vehículos con motor de combustión interna para satisfacer la demanda de los clientes», ha explicado Hertz. «Esperamos que esta medida equilibre mejor la oferta con la demanda esperada de vehículos eléctricos».
El director ejecutivo de Hertz, Stephen Scherr, señaló en octubre que los vehículos eléctricos tienen unos costes de reparación más altos que el resto de automóviles, algo que afectaba a sus resultados.
Por ello, los vehículos más afectados corresponden a Tesla, del que la compañía anunció la compra de 100.000 vehículos hace dos años, y de Polestar, de la que anunciaron la adquisición de hasta 65.000 unidades en cinco años.
El 44% de los conductores considera que el coste de mantenimiento o reparación de un coche eléctrico es más alto que el de un coche gasolina o diésel, según GIPA. Sin embargo, los puntos que se deben controlar o revisar son mucho menores. Por supuesto, la frecuencia de paso por el taller va a depender de muchos factores como el tipo de conducción, si se sufren más o menos accidentes, la recomendación del fabricante, si hay una avería imprevista.
«Los vehículos eléctricos no sufren más averías que los gasolina o diésel. Todo lo contrario. Los eléctricos puros o la parte eléctrica de los híbridos sufren menos averías si lo comparamos con un motor de combustión. De hecho, un coche eléctrico tiene menos piezas que un automóvil de gasolina o diésel y, por lo tanto, su mantenimiento es menor«, señala Víctor Pardo, Market Manager y Proyectos Taller de Norauto.
Hay que tener en cuenta que peculiaridades de los vehículos eléctricos hacen que se tengan que establecer puntos de control específicos para este tipo de automóviles. Por ejemplo, hay que revisar el estado del cable de carga, así como los cables y fundas de los cables de alta tensión. También se debe comprobar el pack de baterías (si es accesible), el estado del conector de carga y un diagnóstico electrónico del pack de batería. Por último, controles técnicos para conocer el estado de salud de la batería de alta tensión.
Luego también está la revisión habitual del vehículo de aquellos elementos comunes que comparten todos los coches como son neumáticos, frenos, bombillas, amortiguadores, aire acondicionado, filtros, suspensión, rótulas, fuelles, escobillas, limpiaparabrisas, o rodamientos.
El precio de este mantenimiento no es más elevado que la revisión habitual que debe hacer un coche de combustión. De hecho, hay que tener en cuenta que un automóvil eléctrico supone un importante ahorro para el bolsillo en lo que respecta a consumos, estacionamientos en zonas reguladas donde es gratuito, menos emisiones, etc.
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