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Al final solo se construyó un solo ejemplar, que ha sobrevivido hasta nuestros días F. P.
La azarosa Vida del Aston Martin Bulldog

La azarosa Vida del Aston Martin Bulldog

Los setenta del siglo pasado, fueron años muy complicados para Aston Martin, pero también en aquella época la firma de Newport Pagnell soñaría en modelos que hoy asombran Aston Martin DB5: el icónico deportivo cumple 60 años

Santiago de Garnica

Viernes, 6 de octubre 2023, 11:09

Es una muestra evidente del diseño brutal de finales de los años setenta y ochenta del pasado siglo (tipo Lamborghini Countach o Lotus Esprit), un icono británico que fue concebido por Aston Martin para mostrar su buena salud económica tras una de sus crisis más graves, así como las capacidades de su nueva instalación de ingeniería.

El Aston Martin Bulldog fue diseñado por William Towns, al que se había recurrido en los años setenta para cambiar, para desempolvar la imagen de Aston Martin, y que sería el autor del espectacular Lagonda de 1976.

Contaba con un robusto chasis tubular de acero que soportaba la suspensión y la carrocería de aluminio Y un motor, situado en posición central posterior, una arquitectura inaudita en Aston Martin, fiel a los motores delanteros y a la propulsión desde sus inicios. Este motor era el V8 de 5,3 litros, estudiado quince años antes para equipar el Lola T70 de competición. En el caso del Bulldog, se le «vitaminó» con dos turbos, elevando su rendimiento en un 60% : se hablaba de unos 600 CV.

Entonces, el director general de Aston Martin, Alan Curtis, fue el impulsor del proyecto, que debía servir como buque insignia para el relanzamiento efectivo de la firma como empresa de alta tecnología. Se dice que el coche debe su nombre al avión privado que pilotaba, un Scottish Aviation Bulldog. El nombre del proyecto era DP K901. Quizás inevitablemente, el proyecto obtuvo el apodo de 'K9', en honor al perro robótico de la serie de televisión Doctor Who.

Las puertas de ala de gaviota estaban pensadas para abrirse incluso con el coche volcado F. P.

El proyecto tendría un desarrollo complicado. En 1977 el trabajo comenzó en un cobertizo en el aeródromo de Cranfield, cerca de Newport Pagnell. El ingeniero Mike Loasby hizo gran parte del proceso inicial, pero pasó a trabajar para DeLorean, y Keith Martin se hizo cargo del proyecto. La dirección de Aston estaba preocupada por el Lagonda, cuya transformación de concepto a coche de producción estaba resultando compleja y prolongada. Con una cantidad importante de pedidos de Medio Oriente esperando ser cumplidos, el Bulldog parcialmente construido fue abandonado en su perrera.

A principios de 1979, sin embargo, con la producción de Lagonda finalmente en marcha, los pensamientos de Curtis volvieron a su proyecto de superdeportivo. Curtis le concedería a Martin un equipo de seis personas, un área acordonada del departamento de servicio y un año para preparar Bulldog para su lanzamiento a la prensa, que tendría lugar en Anston Clinton el 27 de marzo de 1980, en el Bell Hotel.

Los técnicos de Aston Martin esperaban que el Buldog superara las 200 millas por hora (321 km/h), convirtiéndolo en el automóvil de producción más rápido de su tiempo. Sin embargo, no se pudo ir más allá de las 191 millas por hora (307km/h) en las pruebas, que tampoco estaba nada mal…

Además de su programa de pruebas, se expuso en varios salones para potenciar la imagen de la marca y con la idea de hacer una pequeña serie. Pero, cuando Victor Gauntlett se convirtió en presidente de AML en 1981, se daría carpetazo a aquel fantástico sueño de su antecesor.

El único Bulldog fabricado, se vendería al sultán de Omán en 1984, por una considerable suma de 130.000 libras esterlinas Por cierto que hubo que cambiar el volante de lado. Y parece ser que el sultán, dicen, reventó el motor…

Antes de su restauración, el tiempo había dejado sus huellas F. P.

Desde entonces, el Bulldog se convirtió en una especie de bestia mítica, mucha gente lo conocía, pero no se sabía a ciencia cierta dónde estaba. A finales de los años 1980 fue visto en un almacén en Arizona, en los años 1990 volvió a Oriente Medio, pero fue la famosa empresa de subastas RM Sotheby's quien lo localiza en Asia. Esta empresa cuenta con un equipo de especialistas que busca automóviles únicos desparecidos, por encargos especiales de clientes. Modelos únicos, esquivos u oscuros…, y el Aston Martin Bulldog encaja perfectamente en ese aspecto.

El coche fue localizado en una colección donde había dormitado silenciosamente durante décadas. Después de extensas discusiones y negociaciones, el propietario acordó desprenderse del coche y lo adquirió Phillip Sarofim.

Pero los años, y los dueños precedentes, habían dejado sus huellas y precisaba una restauración, que se encarga a la empresa especializada CMC.

No solo se ha restaurado para devolver su aspecto original sino también para recuperar sus prestaciones soñadas F. P.

Esta firma, a lo largo de año y medio realiza un trabajo complejo y riguroso pues el objetivo no solo era devolver el automóvil a su estado original. Se trataba de ir más allá y de lograr que estuviera preparado para afrontar el reto marcado en su día de las 200 millas por hora, una marca que estuvo tan cerca pero no logró alcanzar.

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Así el pasado 6 de junio, alcanzaba las 205 millas por hora (330 km/h) con el ganador de la clase Le Mans y piloto de desarrollo de Aston Martin, Darren Turner a su volante. Cuarenta y cuatro años después, el honor del Bulldog estaba a salvo.

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