Evitar los atascos o reducir el peso: Cómo reducir el gasto en combustible

Muchos conductores cogen el coche a diario, por lo que no es de extrañar que se gasten cientos de euros al mes en combustible. A menudo, la gente se gasta más dinero en combustible que en el alquiler o la comida, y, con los precios del petróleo subiendo como la espuma, la situación se está descontrolando. Por eso, Matas Buzelis, experto en automoción de carVertical, recomienda algunos sencillos hábitos y soluciones que pueden ayudarte a reducir drásticamente tu gasto en combustible.

En primer lugar, conducir con suavidad. El consumo de combustible se dispara cuando se conduce de forma agresiva, acelerando demasiado y frenando de golpe. La investigación científica ha demostrado que un estilo de conducción agresivo puede reducir la eficiencia del combustible en un 40%. Evitar las aceleraciones fuertes y reducir las marchas para frenar es una forma fácil de resolver el problema. Los hábitos de conducción agresiva rara vez rebajan en uno o dos minutos la duración de un trayecto, por lo que no compensan el combustible que se consume de más. Además, ir despacio también ayuda a prolongar la vida del motor, de los neumáticos y de la suspensión.

También reducir el consumo del aire acondicionado. Los sistemas de climatización de los automóviles de hoy en día a menudo mantienen el aire acondicionado funcionando aunque no sea necesario. El compresor del aire acondicionado es una unidad potente y puede incrementar el consumo de combustible hasta un 30%. Los sistemas de aire acondicionado son muy prácticos para los días calurosos del verano y los lluviosos del otoño, porque, además de refrescar el ambiente, también lo resecan. Sin embargo, un consejo fundamental para un uso eficiente del combustible es usarlo con moderación.

De igual modo, comprobar la presión de los neumáticos con regularidad. Todos los fabricantes de automóviles calculan la presión óptima de los neumáticos para cada modelo, algo necesario para lograr el mejor nivel de rendimiento, comodidad, seguridad y eficiencia del combustible. Si los neumáticos tienen la presión baja, la resistencia a la rodadura será mayor, por lo que el motor demandará más combustible para mantener la velocidad. Por ello, es buena idea comprobar la presión de los neumáticos con regularidad (al menos una vez al mes). Según los estudios, por cada 1% en que se reduce la presión de los neumáticos, se obtiene un ahorro de combustible del 0,3%. Sin embargo, los expertos de carVertical tampoco recomiendan inflar los neumáticos en exceso: una presión más elevada podría acarrear un desgaste desigual y prematuro.

También tratar de reducir el peso innecesario. Cuando más pesa el vehículo, mayor es el consumo de combustible, ya que se requiere más potencia para mover un coche que pesa más. Los ingenieros automovilísticos quitan las ruedas de repuesto y eligen aluminio o incluso plásticos, en lugar de acero, para reducir el peso del coche al mínimo. Tu coche no es un almacén. Tenerlo ordenado y retirar los artículos pesados harán que el coche sea más económico, ágil y espacioso.

Evitar los atascos. Y es que la gente debería adquirir el hábito de evitar los atascos siempre que sea posible. Arrancar y frenar constantemente fuerza el motor, la suspensión y la caja de cambios. Como mucha gente probablemente sabe, los atascos son una de las razones por las que se considera que conducir por ciudad es lo menos económico. Elegir una ruta más larga con menos tráfico suele ser más conveniente. Se puede ahorrar mucho combustible y tiempo evitando las horas punta. En la mayoría de las ciudades y poblados, suelen ser entre las 7.00 y las 9.00 horas; y, de nuevo, entre las 16.00 y las 19.00 horas.

Otra razón por la que quienes hacen trayectos cortos son los que menos ahorran en combustible es que los motores demandan bastante más combustible si no se han calentado. Los motores tienen que calentarse, al igual que calientan las personas antes de hacer ejercicio: forzar en exceso el motor sin calentarlo acabará haciendo que algo se estropee. Es buena idea tratar de hacer más tareas en un solo viaje: es mucho mejor que hacer varios viajes a lo largo del día. Además, el uso del control de velocidad al conducir fuera de poblado evita que se acelere y se frene en exceso, lo que repercute en una mayor eficiencia del combustible.

De igual manera, elegir un automóvil que consuma poco. En muchos casos, hacerse con un coche que consuma poco es un buen comienzo. Los pesados SUV y los potentes sedanes ejecutivos nunca serán tan económicos como los modestos modelos familiares compactos. Para quienes normalmente se mueven por ciudad, cualquier coche en el que quepan los pasajeros y el equipaje servirá. La plataforma carVertical insta a los posibles compradores a inspeccionar el estado general de cualquier automóvil antes de pagar. Por lo general, un historial de un vehículo limpio habla por sí mismo y supone un ahorro tanto de combustible como de otros gastos.

Asimismo, cuidar del coche a diario. A menudo, la gente se olvida de que el estado del vehículo desempeña un papel fundamental en la eficiencia del combustible. Elementos como el motor, la suspensión y los sistemas eléctricos afectan el consumo de combustible. Por ejemplo, un sensor de oxígeno defectuoso puede doblar el gasto en combustible. Por tanto, saltarse el mantenimiento regular del coche nunca debe convertirse en un hábito. Independientemente de los precios del petróleo, consumir menos combustible implica una vida más desahogada. A menudo, basta con cambiar algunos hábitos de conducción y mantenimiento para ahorrarse algunos gastos y disfrutar más de la experiencia de tener un coche.

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