Stellantis apuesta por España y se prepara para rivalizar con las marcas chinas, a la espera de ayudas del Gobierno

El pasado mes de noviembre, Stellantis recibió 63,8 millones del Perte VEC II, muy por debajo de lo que esperaba, sobre todo con su visión estratégica de fomentar la industria de baterías para el transporte y así plantar cara a los fabricantes chinos, en ascenso cada vez más. El grupo franco-italo-americano Stellantis, que cuenta con tres polos de producción en España, Madrid, Vigo y Zaragoza, solicitó dos proyecto: la creación de una nueva línea de montaje de baterías, con un presupuesto financiable de 16,6 millones de euros y que recibirá una subvención de 3,3 millones; el segundo, se enmarca bajo el misterioso nombre de Proyecto Antares, para el que solicitan 266,9 millones y para el que el Ministerio de Industria propone dotar de 53,39 millones.

En detalle, para Zaragoza, la idea de crear una gigafactoría de baterías cuya capacidad rondaría los 10 GWh anuales. Vigo, por su parte, recibirá 6,7 millones de euros de los 33,7 financiables que había solicitado -ya cuenta con un taller de baterías para los vehículos comerciales que salen de sus líneas de montaje, pero pretende crear una línea adicional-, mientras que Madrid recibirá 354.105 euros para una línea de baterías.

No obstante, los proyectos de este gigante automovilístico sumarían 4.000 millones en inversión. Y no se puede dejar pasar. Stellantis ha producido en sus tres plantas españolas (Vigo, Zaragoza y Madrid) más de un millón de vehículos a lo largo del año 2023, lo que supone un 17,8% más que las 851.661 unidades fabricadas en 2022. También aumentó un 5,9% sus ventas en el conjunto de Europa en 2023 respecto a 2022 entre turismos y vehículos comerciales de todas sus marcas (Abarth, Fiat, Alfa Romeo, Citroën, Dogde, DS Automobiles, Jeep, Lancia, Opel, Peugeot y Ram), lo que supone superar las 2,7 millones de unidades, alcanzando una cuota del mercado del 18,4% y la segunda posición del total del mercado.

Para esto, Carlos Tavares, CEO de la compañía, está ya en negociaciones con el Gobierno para que España no pierda uno de sus estandartes industriales. «Nuestras empresas estarán en peligro si no conseguimos las ayudas adecuadas del Gobierno español. Afrontamos un gran cambio tecnológico, la de los coches cero emisiones, promovidas por los mismos organismos gubernamentales, por lo que es normal que los fabricantes solicitemos subvenciones. Tiene que ser recíproco», subraya durante un encuentro con los medios para presentar su nueva plataforma. «Tenemos que conseguir un acuerdo claro», añade.

Y todo esto también con la vista puesta en las marcas chinas. El directivo lleva tiempo alertando sobre el peso y la importancia que están teniendo estos nuevos fabricantes en Europa, y 'amenaza« con que si no hay un cambio de legislación, la mayoría de fábricas del Viejo Continente tendrá que cerrar para trasladarse al gigante asiático. »Hay que hacer frente a nuestro principal rival, y estamos preparados para pelear«, afirma Tavares, quien pretende reducir un 40% el sobrecoste de sus eléctricos en comparación los de combustión en pocos años. »En los próximos tres o cuatro años«, puntualiza.

Un escenario para el que ya han empezado a mover ficha. Por ejemplo, la nueva generación del C3 estrena una nueva plataforma, denominada STLA Small, con la que el conglomerado podría dar vida a otros seis modelos cero emisiones más, todos ellos además bastante asequibles en precio. De hecho ya lo ha demostrado con los 23.400 euros de los que partirá el galo y que se convertirán en 19.990 euros cuando en 2025 aparezca su versión de acceso. Un plan que se extenderá a buena parte de las marcas que componen el Grupo siendo Fiat y Opel las primeras que podrían seguir los pasos de Citroën lazando las nuevas generaciones del Panda y del Crossland, ambos lógicamente eléctricos y sostenidos sobre la misma plataforma.

Ésta y otras dos plataformas son fundamentales para crear este futuro. «Crear una familia de vehículos a partir de un conjunto de componentes bien diseñado que sea lo suficientemente flexible como para cubrir múltiples tipos de vehículos y propulsiones, superando a cualquiera de nuestros productos actuales, abordará a cada uno de los clientes de nuestras marcas icónicas«, explica el CEO de Stellantis.

También STLA Medium, una plataforma global BEV-by-design con características de vanguardia, como la mejor autonomía, de 700 kilómetros con su 'pack Performance', por ejemplo, mientras que un pack Standard supera los 500 km; eficiencia energética, potencia integrada y potencia de carga de su clase. Utiliza una arquitectura eléctrica de 400 voltios, ofrecerá eficiencia energética, tiempo de carga y conectividad a un ecosistema de carga y servicios que mejora en cada viaje. Dependiendo de la aplicación, el consumo puede ser inferior a 14 kWh cada 100 km, lo que supone la mayor eficiencia energética de su clase. Los propietarios podrán cargar la batería del 20% al 80% en 27 minutos, a un ritmo de 2,4 kWh por minuto.

Ayer, por último, se presentó la otra plataforma, denominada STLA Large, diseñado y fabricado como una plataforma BEV nativa con la opción de arquitecturas eléctricas de 400 y 800 voltios. Los módulos de propulsión eléctrica (EDM) tres en uno que incorporan el motor, el inversor de potencia y la reducción de engranajes se pueden configurar en diseños de tracción delantera, tracción trasera y tracción total. El inversor de potencia emplea tecnología de semiconductores de carburo de silicio para minimizar las pérdidas de energía. El rendimiento del sistema de propulsión se puede mejorar durante la vida útil del vehículo mediante actualizaciones de software inalámbricas.

Al aceptar la importancia de equilibrar la autonomía y el coste, la plataforma incluye inicialmente opciones de paquetes de baterías con clasificaciones energéticas de entre 85 y 118 kilovatios hora (kWh). STLA Large tiene como objetivo una autonomía total de 800 km para sedanes y está diseñado para aceptar fácilmente futuras tecnologías de almacenamiento de energía cuando estén listas para producción. La generación inicial de componentes de propulsión tiene el potencial de ofrecer una aceleración de 0 a 100 km/h en un rango de 2 segundos, y la carga rápida agregará hasta 4,5 kWh por minuto a la batería de 800 voltios.

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