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CRISTIAN REINO
Viernes, 12 de febrero 2016, 13:28
La tensión entre el Gobierno central y el catalán va en aumento. El acto de inauguración del tramo de la L9, que une la feria de Barcelona con el aeropuerto de El Prat, ha escenificado esta mañana el estado en el que se encuentran las ... cada vez peores relaciones entre ambas administraciones. Después de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, denunciara ayer que la Generalitat la había "vetado" del acto, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha cargado con dureza contra el Ejecutivo central.
Puigdemont ha acusado al Estado de "dimitir de sus responsabilidades" con la movilidad de Cataluña. "Cuando gestionamos nosotros solos, los resultados son mejores", ha señalado. Según Puigdemont, si la Generalitat no asume las construcción de las infraestructuras, "no nos las hacen". El tramo de la L9 inaugurado hoy, en cualquier caso, ha tardado catorce años en construirse y ha supuesto una inversión cercana a los 3.000 millones. En ese momento, el líder del PPC, Xavier García Albiol, presente en el acto, se ha levantado y sin esperar a que el presidente de la Generalitat acabara su discurso, se ha marchado como gesto de desaprobación con el discurso de Puigdemont.
También estaba presente el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez Pomar, que ha acusado a la Generalitat de falta de lealtad institucional por invitar ayer a última hora a la ministra. A su juicio, el Gobierno catalán podía "haber gestionado mejor" el asunto de la invitación de la ministra. Y ha replicado además a Puigdemont y le ha recordado que la inversión del Estado en infraestructuras en Cataluña es "prioritario".
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