El contable 'arrepentido' desvincula a la infanta del Instituto Nóos

A pesar de que la hermana del Rey era vocal y miembro de la junta directiva de la institución, el 'arrepentido' Marco Antonio Tejeiro ha asegurado que la imputada no hacía ningún trabajo para Nóos. Es más, que solo apareció una vez por la sede del instituto para recoger a su marido.

Tejeiro, que ha afirmado que solo vio a Cristina de Borbón una segunda vez en un cumpleaños de Urdangarin, también ha exculpado al exsecretario de las infantas, Carlos García Revenga, tesorero de Nóos. Según el contable, García-Revenga, como la infanta, no solía pisar el instituto ni tenía funciones alguna en la organización.

El espaldarazo del 'arrepentido' -siempre a preguntas del fiscal Pedro Horrach- a la infanta ha ido más allá. También ha revelado que Cristina de Borbón jamás le dio una indicación sobre Aizoon, la sociedad del matrimonio, usada supuestamente para desviar dinero público a los bolsillos privados y defraudar a Hacienda. Tejeiro, que era el contable también de esa firma, ha mantenido que la infanta jamás le entregó facturas, le dio órdenes ni le envió ningún mail sobre Aizoon. "Yo no tuve contacto con Cristina de Borbón", ha apostillado.

Prácticas irregulares

Lo que sí ha revelado hoy Marco Antonio Tejeiro son las prácticas irregulares que se usaban para hinchar las facturas de Aizoon a fin de buscar deducciones. El arrepentido ha confesado que, incluso, se endosaron múltiples gastos de "escoltas" de la Casa Real a las cuentas de la sociedad y que esos tickets le llegaban de la mano de los propios policías o a través de Julita Cuquerella, la secretaria del exduque.

Tejeiro ha explicado que periódicamente le llegaban "sobres" con todo tipo de tickets, supuestamente ya abonados por los escoltas, con facturas de aparcamientos o comidas, que debían ser pagados por Aizoon para así engordar de forma ficticia sus gastos. Esa táctica -ha señalado- llegó al punto de que en Aizoon incluso intentaron cargarse gastos de "ropa" o "peluquería" de los agentes, que el propio Marco Antonio Tejeiro rechazó por que los consideraba imposibles de deducir.