Dimite el alcalde de Gerona y Puigdemont sufre la primera gran derrota de su mandato

Ballesta accedió al cargo sin el apoyo de su partido, sin apoyos externos para sacar adelante las políticas municipales y se estrenó de manera fallida con un juramento del cargo que tuvo que repetir, porque no era el adecuado. Su mandato se acabó de complicar cuando pactó con el PP y Ciudadanos el cartapacio de la ciudad y el sueldo del alcalde. Al final Ciudadanos se echó atrás, por las posiciones independentistas del alcalde, que no pudo sacar adelante su primera votación importante. ERC, socio de CDC en la Generalitat, le dejó solo y dejó el equipo de gobierno municipal en una situación muy delicada.

Sustituye a Ballesta, que nada más asumir el bastón de mando impulsó una moción contra la Fundación Princesa de Girona, aunque luego se retractó, Marta Madrenas, hasta la fecha concejal de Urbanismo, pero la novedad es que gobernará de la mano del PSC, la formación que ha gobernado la ciudad durante décadas, hasta que en 2011 accedió Carles Puigdemont. Batalla se ha despedido "triste" y cargando contra ERC, a la que ha acusado de demagogia y populista. "He pagado los errores que he podido cometer", ha dicho en su despedida."No quería ser el problema, sino la solución", ha señalado.

Puigdemont sufre su primera gran derrota en los dos meses que lleva en el cargo.