Primera radiografía de los ‘sin rastro’

Los representantes de estos colectivos estuvieron ayer en la presentación del primer informe sobre desaparecidos en España. Fue presentado por Juan Ignacio Zoido, quien ha hecho casi un tema personal la búsqueda de estas personas y que ha dado el impulso definitivo para que eche a andar este año el Centro Nacional de Desaparecidos.

Muchas cifras, aunque, como recordó el ministro, detrás de cada uno de estos guarismos hay una historia de «sufrimiento, angustia y dolor» de sus familiares. Oficialmente, a 4 de enero de 2017, día del último recuento, en España hay 4.164 personas desaparecidas, al menos, desde que se sistematizan los datos desde hace siete años, más los que se pudieron recopilar de épocas anteriores. Una cifra con matices, porque solo 259 de esos casos se consideran de «alto riesgo». Esto es, que los investigadores creen muy probable que la ausencia sea forzosa, ya que la persona no tenía motivos aparentes para marcharse sin dejar pistas. O sea, apenas un 6,2% de los casos abiertos podría tener un móvil criminal o se trata de gente especialmente desvalida.

Las estadísticas también desvelan que el fenómeno de las desapariciones es muy amplio y que, afortunadamente, casi siempre acaba bien. Desde 2010 se ha denunciado la partida sin dejar rastro de un total de 121.118 personas, pero en la actualidad solo esos 4.164 ciudadanos siguen en paradero desconocido. Apenas un 3,4% de casos sin resolver. O lo que es lo mismo: en España en los últimos siete años ha habido 116.954 denuncias por desapariciones archivadas porque la persona buscada dio señales de vida o se halló su cuerpo.

Sorpresas

También hay sorpresas. No siempre las zonas más pobladas son en las que más casos se producen. Las provincias donde se ubican más denuncias activas son Cádiz (588), Barcelona (396), Madrid (293), Granada (268), Málaga (253) y Almería (214). En cuanto a las denuncias activas calificadas de «alto riesgo», las provincias con mayor número de casos son Barcelona (46), Las Palmas (14), Málaga (13) y Baleares, Madrid y Murcia (12).

Un rápido vistazo al mapa revela que más allá de las provincias de Barcelona y Madrid (muy pobladas) el fenómeno de las desapariciones (sobre todo de «alto riesgo») es mucho más notable en el sur y en el levante peninsular, que en el resto.

Los hombres desaparecen mucho más que las mujeres. El 74,3% de las denuncias aún vigentes son varones, frente a un 22,4% de mujeres. Un 3,19% «carecen de determinación del género».

Desaparecen muchos foráneos en relación a su peso demográfico. Casi la cuarta parte de las denuncias por personas en paradero desconocido es extranjera.

Por edades, el sector de 36 a 50 años, con un 28,9%, es el que registra un mayor número de casos, seguido del de mayores de 65 años, con un 27,1% de los casos.

Lo de los menores es caso a parte. Casi siempre (salvo fugas de centros de internamiento o de acogida) se consideran desapariciones de «alto riesgo». Aunque dos terceras partes de las denuncias son de desapariciones de menores, solo un 9,3% son de «alto riesgo». El resto son niños fugados o menores involucrados en problemas familiares de custodia. Quizás por ello en casi el 85% de los casos de desapariciones de pequeños éstos son extranjeros.

«El compromiso de todos por resolver este problema es definitivo. Nos vamos a dejar la piel para encontrar al mayor número de personas desaparecidas», prometió ayer el ministro Zoido, tras pedir que estas frías cifras no sirvan para deshumanizar el drama que cada una esconde.