El PSOE, en la hora decisiva

"A nadie le gusta que le coloquen con los perdedores". La reflexión es de un miembro de la ejecutiva del PSOE de Cantabria y le sirve para explicar la reserva y discreción con la que muchos afiliados y no pocos dirigentes y altos cargos instalados en las Administraciones se manejan en torno a las primarias que se celebran este domingo. Es la hora decisiva de elegir entre dos modelos antagónicos y está en juego la recuperación del partido o su hundimiento irremediable. La militancia cántabra apoyó masivamente a Pedro Sánchez en la captación de avales, pero también tiene en cuenta que el ojo vigilante del aparato está con Susana Díaz y que las fuerzas están parejas en el conjunto de España. A la incertidumbre sobre el liderazgo de Ferraz se suman las incógnitas sobre el efecto que la batalla pueda tener en Cantabria.

El resultado de las primarias se presenta, desde luego, muy incierto. Susana Díaz, toda una presidenta de Andalucía, apoyada por los dirigentes históricos, buena parte de los barones territoriales, el aparato del partido y los agentes económicos y mediáticos, cosechó 60.000 avales, apenas 6.000 más que Pedro Sánchez, rebajado a casi un outsider en la formación socialista. Sus detractores afirman que el relato victimista de su desalojo de la secretaría general, planteado como una oscura maniobra para empujar al PSOE a los brazos de Rajoy y del PP corrupto, es falso de principio a fin, pero reconocen que le ha resultado eficaz.

Lo cierto es que el radical "no es no" al PP de Sánchez ha pesado más que los dos fiascos electorales y que su arriesgada querencia al pacto y a las concesiones hacia Podemos y los independentistas. Un amplio sector de la militancia de base está dispuesto a seguir apoyándolo en el giro ideológico del partido hacia la izquierda, y cuando toque, como candidato en las urnas otra vez. Los defensores del PSOE de siempre se llevan las manos a la cabeza ante la perspectiva del abrazo del oso podemita. En el oscuro horizonte, la amenaza de la fractura interna, de una debacle de proporciones similares a las que está castigando a la socialdemocracia en toda Europa.

En el debate a tres, Pedro Sánchez sufrió más de la cuenta frente a Susana Díaz y Patxi López, eso que los malpensados llaman la pinza Rubalcaba. López lució en su discurso ponderado, y aunque no cuenta para el triunfo, quizá sí le ayudó a mantener al grueso de sus partidarios hasta el final, lo cual favorece en principio a Susana Díaz. La fuga de la presidenta balear, Francina Armengol, hacia las filas de Sánchez ya estaba descontada antes del debate.

El proceso de captación de avales a los tres candidatos registró 125.000 firmas válidas, una alta participación del 70%, y otros 60.000 militantes eludieron ese procedimiento previo, pero hoy todos pueden acudir a las urnas. Tanto los partidarios de Pedro Sánchez como los de Susana Díaz porfían por apuntarse el beneficio del voto oculto.

El misterio de las primarias quedará resuelto esta noche. El PSOE tendrá un nuevo liderazgo que marcará su rumbo ideológico y orgánico en el congreso federal los días 17 y 18 de junio, y a continuación se irán convocando los procesos regionales. El último congreso cántabro, celebrado en abril de 2012, eligió secretaria general a Eva Díaz Tezanos. Lo más probable es que ahora renueve su mandato sin oposición, aunque las disputadas primarias que hoy se resuelven pueden tener su efecto, porque la pugna ha extendido la agitación a todos los territorios y a todas las agrupaciones.

Díaz Tezanos ha observado una escrupulosa neutralidad en las primarias y ha cumplimentado por igual a los tres candidatos en sus visitas a Cantabria. Si gana Susana Díaz, con eso puede ser suficiente. El otro bando, en cambio, ya ha dejado caer que si se impone extenderá el liderazgo de Pedro Sánchez en las regiones con dirigentes de su plena confianza.

No es que Sánchez se pueda quejar de Cantabria, donde le han firmado 1.457 avales frente a los 297 que consiguió Susana Díaz. Además, en el decisivo Comité Federal del 1 de octubre los tres miembros cántabros Díaz Tezanos, Dolores Gorostiaga y Pedro Casares respaldaron su propuesta de convocar un congreso extraordinario que, al ser derrotada, precipitó su cese. Pero ahora puede que en una comunidad que le es tan proclive no le baste con la discreta equidistancia de la secretaria general, sobre todo si dos de sus altos cargos en el partido, el presidente, Ángel Agudo, y el número dos, Ramón Ruiz, han sido notorios paladines de la candidata Díaz en Cantabria.

Los sanchistas cántabros atribuyen al susanismo esta especulación sobre el futuro del partido en Cantabria y de paso recuerdan que ellos ya han garantizado a Díaz Tezanos que su movilización tenía un ámbito estrictamente federal, sin implicaciones domésticas. Las primarias y el congreso regionales todavía no tienen fechas y la Ejecutiva ni siquiera ha abordado el asunto. Es difícil que los plazos estatutarios permitan celebrarlos antes de las vacaciones de agosto, pero para Díaz Tezanos y su gente, por si acaso, cuanto antes mejor. No sea que a los nuevos inquilinos de Ferraz les dé por revolver al personal.