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José Luis Ábalos contraataca y lo hace con un movimiento poco convencional. El exministro de Transportes ha presentado ante la Audiencia Nacional un informe pericial propio con el que trata de desmontar la auditoría encargada por su sucesor Óscar Puente y que le señala como ... principal responsable de las irregularidades millonarias en la trama de compra fraudulentas de mascarillas.
Este contra-informe encargado por Ábalos (que ni siquiera está imputado y ni es parte en el sumario del 'caso Koldo', pero que aun así ha enviado al tribunal este estudio que ha pagado de su propio bolsillo) concluye que el dictamen del ministerio que le inculpa «no es objetivo» y «contiene juicios de valor».
El exministro y hoy diputado adscrito al Grupo Mixto, que defiende igualmente que no hubo sobreprecio en la compra de mascarillas y que su actuación se ajustó a la legalidad, pide en ese mismo escrito al tribunal personarse como perjudicado en esta causa.
El informe autoexculpatorio de Ábalos zanja que «el precio de mercado de las unidades de mascarillas adquiridas fue por debajo de la media de mercado» y que, además, el «número de unidades» adquiridas «fue ajustado a las expectativas y dentro del marco de excepcionalidad». Por ello, insiste en que el informe del equipo de Puente que le acusa contiene «juicios de valor que le apartan de la objetividad requerida en una auditoría» y que sus conclusiones «parecen estar marcadas por las expectativas previas» de apuntar contra el ministro otrora mano derecha de Pedro Sánchez.
El informe de Puente –relata el escrito de Ábalos- «debería tener sólo la virtualidad de control interno a efectos de recomendar mejoras en la gestión del servicio» y, sin embargo, Transportes lo ha aireado «de forma deliberada» con el fin de que el Juzgado lo incorpore al sumario.
Esa auditoría del actual equipo ministerial que tanto irrita al exnúmero 3 del PSOE reveló el pasado agosto que fue Ábalos quien firmó las autorizaciones de compra de mascarillas que la 'trama Koldo' adquirió en marzo de 2020m en los peores momentos de la pandemia. La primera que rubricó fue por cuatro millones de unidades, que apenas 38 minutos después se elevaron a ocho por otra nueva orden de Ábalos que transmitió su exasesor Koldo García al subsecretario de Transportes Jesús Manuel Gómez.
En ese mismo documento, los responsables de la auditoría resaltan que «no puede menos que llamar la atención que pudiera parecer que la estimación final del alcance de la emergencia duplicada estaría más relacionada con la oferta que con las necesidades detectadas». El informe ratifica además que la empresa contratada para la adquisición de las mascarillas fue Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, con la que según las pesquisas la supuesta trama negoció con sobreprecio la venta del material sanitario tanto al Ministerio de Transportes como a comunidades autónomas gobernadas por el PSOE. La auditoría que cuestiona Ábalos concluye que existió una «influencia ejercida por personas ajenas a procedimientos reglados».
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