La amenaza de Villarejo a Sánchez incluye airear más de 30 supuestos escándalos del CNI

Tanto si el juez Diego de Egea le llama a declarar como si no lo hace, Villarejo tiene preparado todo un arsenal contra el CNI para hacerlo público, según la relación que en su día ya envió a la Audiencia Nacional. De ese arsenal contra su archienemigo, el general Félix Sanz Roldán, solo ha usado una bala: las supuestas amenazas del CNI a Corinna para que devolviera el denominado 'archivo Jano' o CIC (Control Integral Central), un fichero con un millón de entradas sobre puntos débiles de personajes relevantes del país y que, según Villarejo, Juan Carlos I entregó a su amiga íntima a modo de escudo por si a él le ocurría algo. El exmando del CNP sostiene que los servicios de Inteligencia incluso llegaron a contratar a mercenarios para robar información a la amiga del Rey en Mónaco.

Según Villarejo, puede probar la existencia también del archivo 'control de togas' en el que los servicios secretos almacenan desde antes de la Transición datos sensibles sobre la judicatura. También afirma que el CNI usó «programas espías» para seguir a los togados.

Pero el repertorio de acusaciones que el excomisario dice que puede probar contra el CNI es mucho más amplio. Afirma negro sobre blanco que 'La Casa' montó un «prostíbulo chino» en las inmediaciones del Congreso para obtener información de los diputados, que «boicoteo» investigaciones judiciales como la abierta contra el clan Pujol, el 'caso Ático' de Ignacio González o el 'caso Nóos', hasta el punto de robar un 'pendrive' al fiscal Pedro Horrach, además de entorpecer investigaciones de importantes patrimonios españoles en Andorra

Villarejo, que sostiene que Sanz Roldán trabaja para intereses extranjeros como Venezuela, amenaza igualmente con hacer públicas pruebas de que el CNI está detrás de la «extraña muerte» de un «magistrado incómodo», que ocultó informaciones sobre el accidente del Yak 42, que «pagó de forma ilegal» a terroristas para conseguir la liberación de españoles en el extranjero, que usó informes del Servicio de Prevención de Blanqueo para «chantajear» a «enemigos políticos» o que robó informes a los servicios antiterroristas de la Policía Nacional.

El excomisario también ha adelantado su intención de probar que el CNI controla directamente a miembros de la Fiscalía Anticorrupción, que ha chantajeado con datos sensibles de su vida a jueces para que no investigaran causa que afectaban directamente a los servicios secretos, de que ha «protegido» a «magnates mediáticos independentistas» o que ha «permitido» movimientos bancarios en el extranjeros de conocidos «políticos separatistas».