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Podemos ha propinado este mediodía un golpetazo al tablero de la izquierda a la izquierda del PSOE, pero también con repercusión potencial sobre los socialistas, ... justo una semana después de que Yolanda Díaz cerrara la asamblea de refundación de Movimiento Sumar apelando a la unidad de ese espacio político para afrontar las generales fijadas en principio para 2027 y poder reeditar el Gobierno «progresista». Este mediodía, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha aprovechado un acto de su partido en Madrid convocado contra el incremento del gasto militar para pedir públicamente a la exministra de Igualdad y hoy eurodiputada Irene Montero que sea la candidata a La Moncloa.
El movimiento, que anticipa la quinta asamblea ciudadana que los morados celebrará este viernes y el sábado y que es previsible pero inesperado por su premura -la legislatura aún no ha llegado a su ecuador-, hace casi imposible el reagrupamiento de las siglas de la izquierda que concurrieron a las urnas el 23 de julio de 2023 bajo el paraguas entonces de la coalición liderada por Sumar y con Díaz como cabeza de lista. Una plancha electoral de la que ésta, ya abiertamente enfrentada a la actual dirección de Podemos y a Pablo Iglesias -su antiguo amigo y promotor en el Ejecutivo-, excluyó a Montero. Por ello, resulta altamente improbable que Sumar pueda aceptar una candidatura conjunta liderada por la madre de las leyes trans y del 'solo sí es sí' , del mismo modo -como se ha verificado hoy- que los morados no iban a tolerar un protagonismo recurrente de la vicepresidenta segunda. Al tiempo, la designación de Montero ratifica que la estrategia de Podemos está orientada ya hacia la posibilidad de que el tercer mandato de Sánchez no dure.
«Sé que es pedirte mucho (...), pero estamos en un momento crítico y solo una mujer pacifista y valiente va a hacer la tarea por delante», ha escenificado su requerimiento a Montero en pleno mitin contra el rearme europeo y en el que Belarra ha tildado de «fascistas» por igual -y esto ha sido una novedad- a Donald Trump y a Vladímir Putin. Montero, como cabía esperar, ha recogido el guante y ha prometido «levantar una candidatura de paz y esperanza». Esa candidatura, ha proclamado la secretaria general en un nítido aviso al PSOE y al resto de las formaciones de izquierda, debe trabajar para concitar a «la sociedad civil» organizada y a todos aquellos «desencantados» con un Gobierno al que acusado de abrazar «un régimen de guerra».
En una entrevista con este periódico este sábado, Belarra dio por «enterrada» la legislatura «progresista» y cargó contra «la deriva antidemocrática» de Sánchez porque «desoye a la mayoría que lo hizo presidente», desatiende al Congreso y ha renunciado a presentar un proyecto de Presupuestos. Y ratificó, preguntada por la llamada a la unidad de Díaz, que su partido quiere ser «autónomo» de los socialistas. La ponencia política que vertebrará la asamblea ciudadana del 11 y 12 de abril vincula a Sumar con una "operación" del PSOE para intentar fagocitar a Podemos. E Iglesias ha dado ya por "muerto" políticamente el proyecto de la número tres del Ejecutivo de Sánchez.
El presidente del Gobierno hizo campaña el 23-J persuadido de que había que sostener Sumar para que coalición gubernamental tuviera opciones de retener La Moncloa, como así acabó siendo aunque a costa de depender del conjunto del soberanismo catalán y vasco. Las encuestas apuntan ahora a una acusada erosión del proyecto de Yolanda Díaz, con el riesgo agudizado que supondría la dispersión del voto si la izquierda a la izquierda del PSOE se fragmenta. Pero las dirigentes de Podemos, que están queriendo hacer valer sus cuatro escaños en el Congreso como Junts lo hace con sus siete asientos, se han conjurado para defender su posición, con la convicción de que les renta en el electorado.
«España necesita una izquierda que incomode, porque si no está fuerte, la derecha gobierna. Se necesita una izquierda que incomode, haga ruido y coja las pancartas«, ha proclamado Montero en el acto de este domingo. Una alusión implícita -la del ruido- al reproche recurrente realizado por Sumar y otra -la de las pancartas- a la advertencia lanzada por el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, de que la izquierda no solo está para movilizarse contra la escalada belicista, sino también para dar respuesta al »miedo de la gente« desde »la seguridad, la defensa y el orden«.
Además de su anuncio, Podemos, a puertas de su quinta asamblea ciudadana, ha incidido en su ataque contra la aceleración del aumento del gasto en defensa hasta el 2% del PIB exigido al Gobierno de Sánchez por la OTAN y por la Comisión Europea. «El rearme no es un salto tecnológico, es un robo a gran escala», ha denunciado Montero. «¿Dónde tenían escondidos Pedro Sánchez y María Jesús Montero esos 2.000 millones cuando nos decían que no había dinero para la sanidad pública y para educación?. Le pido a Sánchez que no le robe a los españoles esos millones para dárselos a Estados Unidos», ha exigido, en referencia a la transferencia de crédito para apuntalar las cuentas del Ministerio de Defensa que aprobará este martes el Consejo de Ministros, un mecanismo que le permite sortear la falta de Presupuestos, el pase por el Congreso y, también, las reticencias de Sumar.
Por su parte, el exJemad Julio Rodríguez ha pedido «no caer en la trampa de pensar que con una cantidad aleatoria, el 2%, el 3% o el 5%, llegará la paz». «La carrera armamentística enriquece a unos pocos y empobrece a muchos», ha señalado Rodríguez, que «como militar», se ha declarado «antimilitarista». «El antimilitarismo es el predominio de lo militar sobre la democracia y un militar no cree que las armas deban estar por encima de la democracia», ha afirmado.
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