Casado acusa a Sánchez de «dejación de funciones»

En una comparecencia improvisada en el Congreso, a donde el dirigente conservador había acudido para respaldar a Cuca Gamarra en su estreno como portavoz parlamentaria, Casado volvió a defender que bastaría con la legislación ordinaria para decretar las medidas más duras en caso de que la segunda ola de la Covid-19 crezca de manera exponencial. Sin necesidad de activar de nuevo el estado de alarma. Una legislación que se podría adaptar, explicó, en apenas quince días.

El líder de la oposición afeó al presidente que no reconociera en su intervención que España ya es el país de Europa con más contagios», así como «la imprevisión y la indolencia» del Gobierno al respecto de la vuelta al colegio y de la creación de una reserva de material sanitario. «Vuelve a caer en la misma piedra y se vuelve a escuchar un discurso triunfalista», lamentó.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, con un tono más rebajado que Casado, pidió una «estrategia nacional» para frenar los rebrotes y más «liderazgo» al jefe del Ejecutivo. La dirigente liberal emplazó además a Sánchez a coordinar un frente común con las comunidades para reprimir la segunda oleada de la pandemia. «Para salvar vidas y empleos –escribió en Twitter– debemos huir de las luchas partidistas e ir todos a una, juntos frente al enemigo común».

Los líderes regionales marcaron también distancias con la oferta lanzada por el presidente del Gobierno y descartaron pedir en sus territorios, al menos por el momento, la declaración del estado de alarma. Creen que la situación actual no lo demanda, pese al aumento exponencial de los contagios. «No se puede pasar del estado de alarma a la nada y a la ausencia, como ha ocurrido este verano, y de la nada y de la ausencia otra vez al estado de alarma», remarcó la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que reclamó «una estrategia de país».

El mandatario andaluz, Juanma Moreno, instó a Sáchez a «asumir el liderazgo y su responsabilidad» en la coordinación entre administraciones mientras que el catalán Quim Torra ironizó con que «ahora parece que el virus sí que entiende de territorios». La Generalitat defendió su estrategia ante la pandemia e insistió en que el coninamiento «no es una herramienta imprescindible».

Desde Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, cargó contra el Ejecutivo por «volver a echarse de nuevo a un lado» mientras que en Cantabria, su presidente Miguel Ángel Revilla descartó la propuesta de Sánchez porque «la economía no se puede parar». El lehendakari Iñigo Urkullu tampoco es partidario de extender el estado de alarma en Euskadi y cree que hay otras herramientas y «figuras» jurídicas de la legislación «ordinaria» que pueden ser útiles para frenar la pandemia.