Los cinco diputados cántabros, fiel reflejo de un Congreso partido en dos

En la misma línea que su compañero de partido, y de bancada, el popular Félix de las Cuevas expresó ayer su indignación por la aprobación de la Ley de Amnistía al 'procés'. «Aquí lo único que ha pasado es que se ha aprobado una ley simplemente porque un señor necesitaba siete votos para quedarse cuatro años más en La Moncloa», dijo el diputado. «Una ley totalmente injusta, dicho sea de paso, porque quiebra el principio de igualdad entre los españoles», recordó De las Cuevas, para quien lo sucedido ayer en el Congreso de los Diputados es «un caso claro de corrupción política» dado que Sánchez «ha comprado La Moncloa a los independentistas, de los que es cómplice y valedor». Todavía sentado en su escaño, a punto de acabar la mañana de «un día muy triste para el conjunto de los españoles», el diputado cántabro invitaba «a quienes no comulgan con esta forma de hacer política» a mantener viva su esperanza «porque el próximo 9 de junio se van a celebrar unas elecciones europeas en las que Cantabria y el resto de España diremos 'no' a esta forma de gobernar de Pedro Sánchez».

El socialista Pedro Casares fue, junto con su compañera de partido Noelia Cobo, uno de los dos cántabros que ayer votaron 'sí' a la Ley de Amnistía. En su caso lo hizo, dice, porque «si algo han demostrado las elecciones celebradas en Cataluña el pasado 12 de mayo con la victoria del PSOE es que la mayoría de catalanes apuesta por iniciar un nuevo tiempo dando por acabado el 'procés' y la deriva independentista». A juicio del diputado socialista, «el liderazgo de la agenda del reencuentro iniciada por Pedro Sánchez hace seis años culmina hoy con la aprobación de una ley ampliamente demandada por la sociedad catalana para cerrar una etapa». Una ley con la que se muestra de acuerdo porque, asegura, «el perdón es más poderoso que el odio y el rencor. Y la política de enfrentamiento del PP condujo a la mayor crisis política y territorial de la democracia». Hoy, en cambio, «España está más unida que en 2017, ha mejorado la convivencia y las soluciones a los problemas entre Cataluña y nuestro país han venido desde la política, el diálogo y el entendimiento», concluye el diputado socialista.

«La convivencia se abre camino con una ley buena para España, buena para Cataluña y buena para la cohesión territorial», piensa la diputada socialista Noelia Cobo, que cree que «es el momento de resolver los problemas de la ciudadanía, que no están en la independencia, sino en el agua, en la vivienda y en la salud, y a eso nos tenemos que dedicar, a hacer políticas sociales».

Ayer, a su manera de entender, el Congreso de los Diputados dio «un paso valiente, generoso y necesario para transitar un tiempo nuevo en Cataluña.

Reencuentro y prosperidad para seguir construyendo juntos el mejor país, en el que toda la ciudadanía es igual, en el que todos queremos seguir mejorando las pensiones, las rentas, las jornadas laborales..., en el que queremos seguir recibiendo fondos de la Unión Europea, en el que queremos respetar nuestro medio natural y velamos por la sostenibilidad». En definitiva, «ha ganado España, ha ganado la concordia, ha ganado la democracia, la cohesión territorial y la convivencia. Y digan lo que digan, eso es lo que realmente hace ganar a la ciudadanía española».

Más beligerante que los dos diputados cántabros del PP, y, por supuesto, en total desacuerdo con los dos del PSOE, el quinto congresista autonómico en Madrid, Emilio del Valle (Vox) dijo que con la aprobación de la Ley de Amnistía «se ha perpetrado en España el mayor acto de corrupción política desde el año 1978». Y es que «por tener los siete votos que le garantizan la presidencia del Gobierno, Sánchez ha aprobado una ley que para nosotros no es otra cosa que la 'ley de la vergüenza', una ley que atenta contra la legalidad, una ley que acaba claramente con el principio de igualdad entre los españoles, una ley que hasta el día después de las elecciones generales celebradas el año pasado era inconstitucional a juicio de los propios socialistas, una ley que, decían, nunca se iba a aprobar...». A su modo de ver, «este es un acto de traición a España y a los españoles» que se ha llevado a cabo en «un día triste para la historia de nuestro país» que Vox espera poder hacer olvidar «haciendo todo lo que esté en nuestra mano para intentar que esa ley sea declarada inconstitucional».