Sánchez pide a todos los partidos que apoyen la reforma laboral

Sánchez reconoció que es «evidente»que cada partido tiene objeciones al texto, como es el caso de socios del Gobierno como ERC oBildu, que lo consideran como un cambio estético de la norma aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2012;o el PP, que cree que la anterior reforma laboral ya era «eficaz» y no era necesario cambiarla. Por ello, el presidente subrayó que esas contradicción también las tienen la patronal, los sindicatos y el Gobierno pero, advirtió, «no habrá acuerdo si todos no cedemos en algo» porque lo contrario sería «imposición, que fue lo que hubo con el PP durante sus ocho años de gobierno».

En opinión de Sánchez, si la oposición no respalda la reforma laboral deberá explicar a sus votantes «si se resiste a defender los intereses de los empresarios y de los trabajadores» y «qué pone por encima de los intereses de España».

El principal obstáculo es la negativa del PP, cuya abstención permitiría al Gobierno no tener que recurrir tampoco a los partidos nacionalistas de la Cámara baja, que exigen que los convenios autonómicos tengan más fuerza que los sectoriales.

Sánchez quiso animar después a los suyos a defender una norma clave que los socialistas quieren convertir en uno de sus referentes de legislatura. Mientras Unidas Podemos reivindica una reforma cuya negociación ha liderado Yolanda Díaz, su líder, Sánchez, en cambio, dedicó este viernes gran parte de su discurso a este asunto y dejó claro que se encuentra entre sus prioridades. «Os pido que nos volquemos estas semanas en el PSOE en defender el acuerdo de la reforma laboral. Reclamemos a todas las fuerzas políticas que voten sí. Hay razones de sobra para defender este acuerdo», subrayó.

El presidente volvió a insistir en que esta primera parte de la legilslatura han sid dos años de «cumplimientos» del PSOE, y repasó algunas de las más relevantes leyes aprobadas. Sobre la polémica por las críticas del ministro de Consumo, Alberto Garzón a las macrogranjas, que han provocado aireadas críticas de los barones socialistas, Sánchez evito nombrarle directamente, pero defendió que el Gobierno «cumple» con el sector primario, con los agricultores y ganaderos aprobando la Política Agraria Común (PAC) y con el reparto a todos los gobiernos autonómicos.

El otro protagonista del día era el secretario general socialista de Castilla y León, y candidato a las próximas elecciones autonómicas, Luis Tudanca, que ya ganó las autonómicas de 2019, aunque no logró formar gobierno en aquella ocasión, al decantarse Ciudadanos por apoyar al PP de Alfonso Fernández Mañueco.

Tudanca se conjuró para ganar de nuevo y abrir una etapa de «cambio» en su ccomunidad. Los comicios del 13-F representan para el candidato socialista «el futuro de Castilla y León» y «una nueva oportunidad para el cambio y la esperanza», así como «dejar atrás el pasado y devolver la voz» a la Comunidad.

Por último, Tudanca volvió a tachar de «tremendamente irresponsable» la convocatoria electoral «en el peor momento posible», en plena sexta ola de la pandemia y cuando está en juego «la recuperación económica, la financiación autonómica, la llegada de los fondos europeos».