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TREVOR HUNNICUTT | NANDITA BOSE
Jueves, 27 de mayo 2021, 09:35
Siempre ha estado ahí, pero la teoría de que la pandemia se desató en un laboratorio chino ha tomado impulso esta semana. Primero por la aparición de un informe de la Administración Trump que desvelaba que tres científicos del país asiático habían enfermado ya en ... noviembre de 2019 y ahora porque el nuevo presidente de EE UU, Joe Biden, ha ordenado que se investigue. El mandatario demócrata ha confirmado que las agencias de inteligencia estadounidenses están analizando si el virus se 'escapó' de un laboratorio. «Están considerando dos escenarios probables, pero aún carecen conclusiones definitivas y están debatiendo sobre cuál es más probable», ha confirmado Biden.El detonante ha sido la salida a la luz un informe realizado durante la administración republicana que desvela que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan enfermaron en noviembre de 2019 y tuvieron que ser hospitalizados con síntomas compatibles con el Covid. Ni el origen de este documento ni su fiabilidad están claros, pero su aparición ha desatado la apertura de varias investigaciones, tanto del Senado como de la Cámara de Representantes, para averiguar de dónde salió la información, pero también cómo se propagó la enfermedad y cómo respondieron los gobiernos.
A todo ello hay que añadir otro informe emitido por los republicanos del Comité de Inteligencia de la Cámara a principios de este mes en el que se apunta directamente al mismo centro de investigación como foco del virus. Habla de la existencia de evidencias «circunstanciales significativas» de que el brote hubiese podido ser por «una filtración del instituto». Y va un poco más allá al sugerir que le centro de investigación trabajaba con armas biológicas.
La frustración de Washington ha aumentado en las últimas semanas por lo que considera «una cooperación insuficiente de China» en la investigación internacional. «Hemos pedido a la comunidad de Inteligencia que redoble sus esfuerzos para recopilar y analizar información que pueda acercarnos a una conclusión definitiva, y que me informe en 90 días», anunció Joe Biden. Además, Washington ha pedido a la Organización Mundial de la Salud que abra una segunda fase de su investigación sobre el origen de la epidemia.
China pide «no politizar»
Desde la OMS, su director de emergencias, Mike Ryan, confirmó este pasado miércoles que la agencia esperaba proporcionar una actualización sobre sus próximos pasos «en las próximas semanas». A principios de año, un equipo dirigido por la Organización Mundial de la Salud pasó cuatro semanas en Wuhan. Entonces los expertos emitieron un informe en el que se explicaba que el virus probablemente se había transmitido de murciélagos a humanos a través de otro animal y que «la introducción a través de un incidente de laboratorio« se consideraba «una vía extremadamente improbable».
Todos estos movimientos no están gustando a las autoridades chinas. Así, a través de su embajada en EE UU han advertido que politizar el tema obstaculizaría las investigaciones sobre los orígenes del virus. China apoya «un estudio exhaustivo de todos los primeros casos encontrados y una investigación de algunas bases secretas y laboratorios biológicos en todo el mundo», anunció la legación en un comunicado oficial colgado en su página web.
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