«Le oí decir que iría a la cárcel pero que su madre estaría tranquila»

S. A., regente del establecimiento Alimentación del Este, ha vuelto este martes a abrir las puertas de su negocio, después de que el lunes cerrara por descanso semanal y por permanecer varias horas en la comisaría para testificar por «encubrir» el presunto asesinato de Alex a manos de su hermano, ambos de origen búlgaro, en la puerta de la tienda en Burgos. Antes del fatal desenlace, el propio dueño del negocio, que se encontraba con los dos familiares y otro acompañante en su tienda, asegura que tuvo que echar del local a «empujones» a los dos hermanos, pues empezaron a discutir «por 50 euros».

Una vez en la calle, S. A., también de origen búlgaro, volvió a su local y «cerró la puerta», momento en el que se percató de que «no estaba el cuchillo» con el que corta normalmente el queso, al parecer el utilizado por el hermano menor para asesinar a Alex. «Cuando volví a salir de la tienda, le vi en el suelo, pero no me percaté de la sangre», relata S. A., que regenta Alimentación del Este desde el 1 de enero de este año.

En el interior de la tienda, S.A. manifiesta no haber visto nada de lo sucedido en la calle y que tan solo escuchó decir al presunto asesino «'iré a la cárcel, pero nuestra madre estará tranquila'», continúa el regente de la tienda, que prefiere omitir su nombre y su rostro tras lo sucedido.

Asustado por lo acontecido en la últimas horas y negando que el lunes fuera detenido, S. A. pretende volver a la normalidad lo antes posible y, acompañado por su madre, este martes ha vuelto al trabajo. Desde el exterior, muchos vecinos aún se asoman al establecimiento para curiosear, ya que aún no se creen lo sucedido en la noche del pasado domingo.