Secciones
Servicios
Destacamos
La tormenta desatada por la rebaja de penas por la ley del 'solo sí es sí' a condenados por delitos sexuales ha erosionado la relación entre Podemos y Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda ha tardado una semana en mostrar su apoyo claro a la ministra ... de Igualdad, Irene Montero, después de que los morados le rogaran, al menos, un guiño hacia su compañera. «Todas las posiciones que se hagan, y además de manera virulenta, contra Irene Montero, o contra quien sea, yo misma las sufrí, conocen mi opinión. Sobran actuaciones en política que son absolutamente intolerables», afirmó el lunes El gesto puede calmar las aguas antes de que Díaz y Montero vuelvan a coincidir este martes en un Consejo de Ministros, en medio de uno de los momentos más duros para el espacio de Unidas Podemos en todo lo que llevamos de legislatura.
La situación se ha vuelto más difícil por el ruido externo, principalmente tras las críticas que el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, vertió el viernes pasado, cuando lamentó que «ponerse de perfil cuando machacan a una compañera no solo es miserable, sino políticamente estúpido». Lo dijo horas después de que Díaz evitase criticar a los jueces por la aplicación de la norma. Este lunes, los coportavoces de Podemos Isa Serra y Pablo Fernández negaron que Iglesias se refiriera a la líder gallega pese a las evidencias y reiteraron su voluntad de formar una coalición con Sumar.
Un escenario que recuerda a lo ocurrido la semana anterior, cuando Iglesias pidió «respeto» para Podemos. Los morados negaron en un primer momento cualquier referencia a Díaz y, esa misma noche, el exsecretario general del partido se reafirmó en la Ser citándola expresamente. Al desaire se sumaba el silencio de Díaz, insoportable para la formación morada, sobre todo después de que la propia Belarra le llamara el jueves por la noche para pedirle que respaldara a Montero.
Más información:
En este contexto, Podemos ya prepara su maquinaria ante cualquier escenario de cara al ciclo electoral en 2023. Con unos comicios municipales y autonómicos de mayo de los hace tiempo se borró Díaz, ya no cuentan con la vicepresidenta para que les brinde su apoyo. Hace un año, antes de los comicios castellano-leoneses y andaluces, ella misma descartó implicarse en las campañas hasta las próximas generales, como ahora reconocen desde la dirección de la formación morada. Su intención, afirman, pasa por no primar a ninguna de las fuerzas de izquierda que podrían acabar componiendo una gran coalición.
Mientras Díaz sigue deshojando la margarita, la hoja de ruta de Podemos se centra en «mantener la tensión» hasta los comicios. Los morados consideran que toca «reivindicar todos los logros conseguidos a nivel estatal» y demostrar, como llevan meses insistiendo, que son «el partido con más fuerza» del espacio situado a la izquierda del PSOE. Por ello ya preparan 19 actos en distintas comunidades autónomas y dos «hitos» clave: el noveno aniversario del partido (que celebrarán en enero) y la Fiesta de la Primavera (justo antes de las municipales y autonómicas).
Pero en el plano estratégico aún no terminan de cerrar ningún acuerdo con Izquierda Unida. Los morados quieren evitar que se repita un fracaso como el de las elecciones
andaluzas de junio pasado y, frente al plazo límite que ha impuesto la formación que coordina Alberto Garzón (el 30 de enero), le piden primero «tener hechos los deberes».
Podemos defiende que esto pasa por alcanzar «acuerdos justos» que se basen en los resultados de las últimas elecciones, los estudios demoscópicos que manejan y el reconocimiento de cada candidato. Si esto se produce, aseguran, «habrá acuerdo como ha habido siempre».
El problema es que IU percibe que Podemos está «más débil» que en otras ocasiones. Mientras en Cataluña casi se da por cerrado un acuerdo con los comunes, en la Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Canarias la situación es más delicada. En la primera, Más Madrid es el partido con más fuerza y se cierra a acuerdos. En la segunda, Compromís no termina de fijar una postura. Y en el archipiélago, la presencia de la nueva formación de Alberto Rodríguez, que abandonó Podemos tras perder su escaño tras ser condenado por el Supremo, dificulta el escenario.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.