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Los directores gerentes de los hospitales de Basurto, Eduardo Maiz, y Santa Marina, José Luis Sabas, han presentado su dimisión por escrito a la directora general de Osakidetza, Rosa Pérez Esquerdo, tras reconocer que se vacunaron este martes del Covid, pese a no entrar ... en los grupos de inmunización decretados por las autoridades sanitarias, según ha podido saber EL CORREO. Fuentes de su entorno explican que la decisión de vacunarse se debe a que sobraban dosis y se optó «por no desperdiciarlas y se aprovechó por el equipo médico gestor». Los dos implicados, afiliados del PNV, tienen amplias trayectorias políticas en el Gobierno vasco y en el Ayuntamiento de Bilbao durante los mandatos de Azkuna.
El sindicato ELA denunció este martes a través de este periódico el malestar que se estaba viviendo en el hospital de Basurto, en concreto en el servicio de Anestesia, donde se tenía constancia de que algunos jefes, fundamentalmente mandos intermedios, según se decía, se habían saltado el protocolo establecido por el Servicio Vasco de Salud y se habían vacunado contra el Covid-19. Al conocerse lo sucedido, el departamento que dirige Gotzone Sagardui anunció a EL CORREO la apertura de una investigación y afirmó que «si se confirmara (la denuncia), se tomarían las medidas oportunas». La reacción del Ejecutivo ha llegado en menos de 24 horas.
Osakidetza también ha confirmado tanto la marcha de ambos directivos como la causa que la provoca: «no cumplir con el protocolo establecido para la vacunación contra el Covid-19». El número total de cargos de distinto nivel que se habrían saltado el protocolo para pincharse la primera dosis podría ser aún mayor, por lo que no se descarta que en las próximas horas o días se produzcan nuevos ceses o sanciones disciplinarias.
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha comparecido esta tarde en la comisión de Salud del Parlamento vasco para hablar de la evolución de la pandemia en Euskadi y, aunque se esperaba que aportara algo más de luz sobre lo que la oposición calificó de «escándalo», apenas ha traído nuevos datos. La máxima responsable del departamento ha confirmado la apertura de una investigación interna, que como primera consecuencia, ha dicho, ha dejado «una renuncia y un cese sobre sobre la mesa».
En su intervención, Sagardui ha sido corta, pero tajante. Ha recordado que los protocolos de vacunación son «claros y estrictos» y que priorizan la inmunización de las personas «vulnerables y más expuestas al riesgo». Sin ni siquiera pronunciar los nombres de los dos gerentes cesados, la consejera ha afirmado que estas norma están para «ser respetadas siempre y sin excusa» La oposición en bloque, EH Bildu, Elkarrekin Podemos, PP y el Grupo Mixto, han exigido mayor información sobre lo que han considerardo un «hecho grave» e «indignante». No la ha habido. Los grupos del PNV y PSE-EE ni siquiera han comentado el asunto.
El cese de Maíz y Sabas coincide con la polémica desatada en Murcia por unos hechos muy similares, que tienen como protagonista a su consejero de Salud, Manuel Villegas, y su equipo. Precisamente, poco antes de conocerse el caso vasco, el máximo responsable de la consejería murciana pidió disculpas a quienes «se hayan podido sentir ofendidos o decepcionados» por su decisión de vacunarse contra el coronavirus, pero advirtió de que no iba a dimitir, al entender que tanto su inmunización, como la del resto de altos cargos, se ajusta al protocolo del Ministerio de Sanidad.
El ya exgerente de Basurto ha remitido hoy una fría carta de despedida a todos los trabajadores del hospital en la que pide perdón «si en algo me he equivocado». «Ha sido un tiempo profesionalmente duro. La pandemia de Covid -añade- ha significado y significará sacar de todos nosotros lo mejor de nuestro saber profesional. Los próximos meses seguiréis demostrando toda vuestra profesionalidad, atendiendo a las personas de Bilbao-Alonsotegi».
José Luis Sabas, según ha sabido este periódico de su entorno más cercano, decidió inocularse la sexta dosis de un vial de Pfizer/Biontech, esa que hasta el pasado 8 de enero se desperdiciaba, con el fin de servir como ejemplo y animar a la vacunación al personal sanitario. El hospital de Santa Marina que dirigía, centro de referencia en la lucha contra la pandemia, acoge pacientes procedentes del resto de la red, lo que lo convierte en un importante foco de la enfermedad. Cuando decidió inocularse la primera dosis, hace unos días, algunos de sus más estrechos colaboradores ya se habían infectado.
Las vacunas de Pfizer/Biontech se distribuyen en viales de cinco dosis, que han de ser preparadas a mano por el personal sanitario antes de su inoculación. Esos dispositivos incorporan una sexta dosis de recambio por si se pierde suero o se malogra alguna de ellas durante su manipulación. Con el fin de aumentar el ritmo de vacunación, el pasado 7 de enero la Comisión Europea dio el visto bueno al uso como vacuna de esa dosis extra, que sería la que dice Sabas que utilizó.
El consejero de Sanidad de Cantabria, Miguel Rodríguez, ha indicado que según la información que él tiene no se han puesto vacunas del coronavirus a miembros de su departamento, como sí ha sucedido en otras comunidades.
Es el caso de Murcia, donde el responsable de la Consejería, el 'popular' Manuel Villegas, ha se disculpado por vacunarse de la Covid-19, pero no ha dimitido porque se ha hecho «siguiendo el protocolo nacional», según se ha justificado.
«Cada cual tiene que ser responsable de sus actos y saber lo que tiene que hacer en cada caso», ha comentado el dirigente cántabro, nombrado por el PSOE, a preguntas de los periodistas este miércoles sobre la polémica generada en la comunidad murciana y que también ha afectado estos días a alcaldes del PSOE en otras provincias.
Rodríguez, que ha precisado que ni está ni puede estar «detrás de cada acto de vacunación», sí ha asegurado que con la información que tiene en Cantabria solo se han administrado dosis en residencias -entre usuarios y empleados-, personal sanitario del Servicio Cántabro de Salud -en hospitales y centros de Atención Primaria- y en el centro penitenciario de El Dueso, en Santoña.
Así, no se ha vacunado en la Consejería que él dirige, salvo alguien de personal rastreador del Covid en el Hospital de Liencres, según ha precisado, pero en ningún caso a directivos -siempre según la información que tiene él- como tampoco se han dado instrucciones en es sentido.
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