Exteriores alega ahora que no pudo evitar al aterrizaje de Delcy

En esencia, González Laya hizo suyo el último relato de hechos del Gobierno de Pedro Sánchez de lo que ocurrió aquella noche en Barajas. O sea, el que ha ofrecido esta semana el ministro del Interior. La titular de Exteriores, como hizo el jueves Fernando Grande Marlaska, aseguró que España supo solo cuatro horas antes que en la aeronave no solo viajaba el ministro de Turismo venezolano Félix Plasencia para acudir a Fitur, sino que también estaba en el aparato Rodríguez, vetada en la Unión Euopea.

Según González Laya, esta supuesta trampa de Caracas ha provocado quejas de la diplomacia española. «Se ha expresado al Gobierno de Venezuela, como se hace en estos casos, que quizá se hubiera podido hacer de otra manera», dijo la ministra este jueves en una entrevista en la Cadena Ser, en la que garantizó que el Ejecutivo habría prohibido el aterrizaje del Falcon si hubiera sabido que en el aparato viajaba la número dos de Maduro.

«Claro que sí, porque el Gobierno español cumple con las sanciones impuestas», prometió la canciller española, quien apunto que, cuando Plasencia anunció que acudiría a Fitur se hizo una comprobación exhaustiva para saber si su nombre estaba en la lista negra. Cosa que no se hizo con Rodríguez, explicó la ministra, porque no se notificó su llegada hasta que la vicepresidenta de Maduro se aproximaba a las Azores.

«Cuando hay personas que no pueden entrar y anuncian su llegada se dice que no van a entrar y entonces no vienen», apostilló González Laya, quien insistió en que al Ejecutivo de Pedro Sánchez no le quedó otra opción que dejar que el aparato tomara tierra en Barajas. «No se podía desviar», recalcó la jefa de la diplomacia española, que también dio a entender que España dejo pisar territorio Schengen a Rodríguez porque la dirigente chavista no podía quedarse en la aeronave sin la tripulación.

Este es el escenario que dibujó la titular de Asuntos Exteriores para tratar de disculpar la actuación del ministro de Transportes, José Luis Ábalos quien, según reconoció la canciller, tuvo que «lidiar con una situación que no fue fácil».

La versión de este viernes de la ministra es la primera, tras una decena de relatos del Ejecutivo, que empieza a coincidir con los mandos policiales que se encontraban esa noche en Barajas y que han certificado que Ábalos llegó esa madrugada al aeródromo para tratar de resolver una crisis diplomática en ciernes.

No obstante, lo que sigue sin admitir el Ejecutivo es que el ministro de Transportes para evitar esa supuesta crisis diplomática por la encerrona de las autoridades de Caracas tuvo que dejar que Delcy Rodríguez pisara suelo español, entrando a la terminal ejecutiva de Barajas, eso sí, sin que se le sellara el pasaporte para poder alegar con este ardid que nunca entró en territorio nacional.

Sea como fuera, la investigación sobre lo que ocurrió en Barajas será unificada en el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, instructor del 'caso Rato', después de que el 47 de Madrid se haya inhibido en favor del primero, que fue el que recibió la primera denuncia por la escala de Rodríguez.