La guerra Podemos-Junts por la delegación de la inmigración a Cataluña se recrudece

El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha replicado a Podemos con toda la contundencia. Turull ha acusado a los morados de hacer el juego a la extrema derecha y a su líder, Jone Belarra, la ha llamado indocumentada. «Esperaba que estuviera más documentada», ha afirmado en Rac1. El dirigente nacionalista ha relatado que pensó que el vídeo de Podemos cargando contra el pacto migratorio era un «meme» realizado con inteligencia artificial. Según Turull, Belarra y los líderes de Podemos han salido en tromba sin leerse la propuesta legal para tapar sus problemas internos. El secretario general soberanista confía aún en que Podemos acabe apoyando la propuesta, «salvo que tenga la misma concepción del Estado que Vox». Turull cree que llamar racista a Junts cada vez que llama a abordar el reto migratorio lo único que consigue es aumentar la extrema derecha.

Los votos de Podemos serán decisivos cuando el texto legal llegue al Congreso. Sin los cuatro diputados morados, el PSOE y Junts no conseguirán aprobarlo, lo que vuelve a constatar la debilidad de la mayoría de la investidura. Los dirigentes de Podemos han dejado, no obstante, una puerta abierta para sentarse a hablar sobre la delegación de competencias de inmigración. Un «punto de partida para sentarse a hablar», según Fernández, sería que el PSOE y Junts votaran a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para regularizar a medio millón de personas extranjeras. «Sería una buena declaración de intenciones», ha advertido.

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La aprobación de la propuesta legal no está garantizada por la negativa de Podemos y algunas dudas de ERC. El portavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, ha valorado positivamente la cesión de las competencias al Govern pero ha avisado de que le «preocupa» el uso que pudiera hacer Junts, si gobernara en Cataluña. Esquerra, ha dicho, tendrá que leerse la «letra pequeña». Sobre la posibilidad de incluir el conocimiento del catalán como un requisito para obtener el permiso de residencia, ERC aboga por la tesis pujolista de que es «catalán quien vive y trabaja en Cataluña, independientemente del idioma que hable, de cómo se sienta y de la bandera que tenga en el balcón».

Los de Puigdemont han salido también al paso de las críticas de los sindicatos policiales, en concreto a lo que afecta al control de fronteras. A su juicio es una «bestialidad» decir que con los Mossos las fronteras pueden ser un colador de terroristas. No están en condiciones de dar «lecciones», según Turull, que ha puesto de ejemplo de jornada poco «feliz» para las policías españolas y su control de fronteras el pasado 8 de agosto, cuando Carles Puigdemont huyó de Barcelona hacia Bruselas tras comparecer en público ante el arco del triunfo, a escasos metros del Parlament.