Muchas guerras, pocas armas

Este balance corresponde a un momento con un importante incremento de la demanda de productos bélicos debido a la guerra en Ucrania y a las tensiones en diversas regiones del globo, según un informe del Centro Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés), que por cuestiones lógicas de fechas no computa el conflicto en Gaza.

Y es que guerras no faltaron para poner a prueba el arsenal armamentístico en 2022. Según el Sipri, la guerra enUcrania supuso un fuerte aumento de la demanda de armas y de equipo militar, pero fue imposible cumplir muchos de los pedidos o, simplemente, entregarlos a tiempo.

El motivo hay que buscarlo en que numerosas las empresas estadounidenses y europeas «no pudieron aumentar significativamente su capacidad de producción por una escasez de mano de obra, el aumento de los costes y la interrupciones en la cadena de suministros», causa esta última que «se vio aumentada por la propia contienda».

A quienes más beneficio la guerra en Ucrania fue a sus vecinos europeos. Las 26 empresas del Viejo Continente que figuran del 'top 100' vieron crecer sus ingresos en un 0,9% hasta alcanzar los 112.000 millones de euros el año pasado. «El conflicto en Ucrania creó una demanda concreta de material para una guerra de desgaste», explica Lorenzo Scarazzato, investigador del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del Sipri. Los mayores ingresos los obtuvieron los fabricantes de blindados y de municiones.

Los mayor incrementos porcentuales en ingresos fueron para las empresas ubicadas los países de Oriente Medio. Según el informe, aunque los resultados no fueron iguales, destacaron las especializadas en productos «menos sofisticados tecnológicamente», aquellos que «pudieron aumentar su producción más rápidamente en respuesta al aumento de la demanda».

De todas esas empresas, el documento destaca el resultado de la turca Baykar, fabricante del dron Bayraktar TB-2, cuyos ingresos aumentaron un 94%.

También tuvieron un año positivo 22 industrias de Asia y Oceanía que vieron crecer sus cuentas en un 3,1%, hasta llegar a los 124.000 millones de euros. El motivo de este empujón hay que buscarlo en que «las empresas de China, India, Japón y Taiwán se beneficiaron de la inversión gubernamental sostenida en la modernización militar».

Respecto a la industria de defensa española, en el 'top 100' del Sipri solo figura Navantia. La firma figura en el puesto 90, con unos ingresos de unos 912 millones de euros, lo que representa un descenso del 5,3% respecto a 2021, según el informe.