Iglesias insiste en sus críticas a la calidad democrática de España

Este jueves volvió a insistir en ello. «Decir que no hay plena normalidad democrática es verdad. Es una obviedad», defendió en una entrevista en Rac1. Un mensaje que también ha despertado recelos entre las filas socialistas y ha sido rechazado públicamente por varios ministros como Carmen Calvo, Arancha González Laya o José Luis Escrivá. Preguntado por las tensiones que sus palabras han podido provocar en el Gobierno, Iglesias aseguró que ningún miembro del Ejecutivo le ha sugerido que deje su puesto a raíz de esta polémica. «No. Vamos, solo faltaría», recalcó. También reconoció que aún no ha hablado con el presidente, Pedro Sánchez, sobre esta cuestión, pese a que ambos mantienen reuniones regularmente.

Como ejemplo de situaciones que no se enmarcan en una democracia plena, el vicepresidente segundo volvió a citar la «huida» del rey emérito Juan Carlos I a Emiratos, el bloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o la mediación que realizó el consejero de Justicia madrileño, Enrique López, entre el abogado del PP y el entorno del extesorero de esta formación, Luis Bárcenas.

Mientras este debate a nivel nacional diluye sus propuestas electorales concretas para Cataluña, los comunes se resignan a remar a favor de la corriente y optan, de momento, por cerrar filas con el líder de Podemos y guardar las discrepancias para el ámbito privado.

A diferencia de los sucedido tras la comparación entre los exiliados republicanos y Puigdemont, cuando la alcaldesa de Barcelona y dirigente de los comunes, Ada Colau, tuvo que salir al paso y matizar que «no son comparables», esta vez la candidata, Jéssica Albiach, ha suscrito las palabras de Iglesias. «Es una cosa de sentido común. Vivimos en una democracia que obviamente es imperfecta pero la tenemos que seguir perfeccionando», ha incorporado a su argumentario en sus últimos actos electorales.

Más allá de que el objetivo de la campaña electoral de los comunes se centre en la necesidad de sumar un tripartito progresista junto al PSC y ERC para dar «carpetazo a una década de 'procés'» y desalojar a Junts del poder, en Ferraz se ha instalado la idea de que si Podemos sufre un batacazo electoral en Cataluña la postura de Iglesias «se radicalizará» dentro del Gobierno. Una tesis refrendada ayer por el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, que considera que el vicepresidente «tiene asumido que o eres agrio o acabas diluyéndote».

En esta línea, Sordo asegura que Iglesias tiene «parte de razón» con sus palabras sobre la normalidad democrática, aunque cree que debería «medir hasta donde llega en su crítica en un momento político determinante en el que es preciso mantener la estabilidad política», explicó en 'Las mañanas de RNE'.

Las palabras del vicepresidente ya han levantado ampollas entre los exdirigentes el PSOE. La asociación 'La España que reúne', presidida por Nicolás Redondo, lanzó este jueves un manifiesto en el que piden a Sánchez la destitución de Iglesias por cuestionar la normalidad democrática en España. Entre las personas firmantes destacan antiguos dirigentes del partido como el exministro del Interior en el Gobierno de Felipe González, José Luis Corcuera. «Estoy orgulloso de decir la verdad dentro del Gobierno. Es una obviedad decir que vivimos en una democracia mejorable», comentó Iglesias al respecto.