Inés Arrimadas: del histórico triunfo en Cataluña a la fallida moción de censura en la Región de Murcia

La trayectoria política de Arrimadas comenzaría en el Parlament de Cataluña en 2012, cuando los liberales lograron en las elecciones de aquel año formar grupo parlamentario propio -entre 2006 y 2010 los liberales solo obtuvieron 3 escaños-. Fue en la cámara de esa región donde se hizo un nombre en el panorama político, convirtiéndose en un azote del nacionalismo durante su estancia en el Parlament.

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Javier Arias Lomo

El crecimiento de Ciudadanos llevó a Albert Rivera a articular un proyecto nacional y concurrir al ciclo electoral de 2015. Fue en ese momento cuando la política andaluza se convirtió en la líder regional del partido en Cataluña, consiguiendo dos años más tarde, en 2017, la proeza de ganar las elecciones que se celebraron tras el 1 de octubre. No obstante, Arrimadas no fue capaz de formar gobierno -el independentismo seguía teniendo mayoría- y pronto acabó dando el salto a la política nacional -algo que con el paso del tiempo le acarreó críticas-.

Ya en Madrid fue partícipe de la etapa más gloriosa de la formación naranja, que alcanzó los 57 diputados en las generales de 2019 y pudo haber formado gobierno con el PSOE en La Moncloa. Si eso hubiese sucedido, la expresidente naranja hubiese ocupado, con casi total probabilidad, una cartera del ejecutivo. Pero eso no sucedió, Ciudadanos naufragó en la repetición electoral de noviembre y Rivera puso fin a su etapa al frente de Cs.

Fue entonces cuando Arrimadas asumió otra de las tareas más importantes de su trayectoria en política: se convirtió en nueva presidenta de los liberales tras un congreso extraordinario celebrado en plena pandemia por el coronavirus. Sus decisiones como responsable orgánica del partido, por su parte, han dejado un sabor amargo a militantes y dirigentes, entre los cuales existe una opinión casi unánime de que la dirigente andaluza siempre ha funcionado mejor como portavoz política que como líder orgánica de la formación.

Algunas de las decisiones que tomó al frente de Ciudadanos, como la fallida moción de censura en Murcia -liberales y socialistas maniobraron para apear del poder al PP-, han contribuido al descalabro progresivo que ha ido experimentando el partido en cada cita electoral que ha acudido en los últimos años. El batacazo en uno de esos comicios, cuando Cs perdió el gobierno andaluz y a todos sus diputados, iniciaría la marcha atrás de Arrimadas en política.

La liberal anunció entonces una asamblea de refundación y una asamblea general extraordinaria -de la que salió elegida el actual tándem Patricia Guasp-Adrián Vázquez-. Ahora, tras la debacle más absoluta el 28-M y el parón electoral que los liberales han decidido realizar hasta las europeas del próximo año, Arrimadas dice adiós definitivamente.