Secciones
Servicios
Destacamos
Alba Cárcamo
Bilbao
Jueves, 29 de diciembre 2022, 08:17
La región Andina de Bolivia es uno de los lugares más pobres de Latinoamérica. Allí, a 3.800 metros de altura, está Patacamaya, una pequeña localidad -con buena parte de su población indígena- que «malvive» de la agricultura y la ganadería. En pleno 'boom' de ... la inmigración, a comienzos de este milenio, una joven aromeña, como se conoce a los residentes en esa comarca, hizo las maletas y cruzó el charco para buscar un futuro mejor. Ayer, dos décadas después, Rebeca Huayta era asesinada en Bilbao por su pareja, Leonel B.T., un compatriota, natural de Cochabamba, con el que convivía desde hace apenas un año.
Rebeca era una mujer menuda pero fuerte. «Tenía carácter», aunque quienes la conocían destacan que era «muy alegre». Hace tres meses tomó el relevo de una pareja ecuatoriana en el bar Hilargi de la calle San Francisco, el mismo en el que moría apuñalada en la mañana de ayer. «Era muy trabajadora», la definía una clienta habitual.
Su presunto homicida, en cambio, tenía una doble cara. Algunos se referían a él como una persona «agradable» pero «perdía la cabeza», desvelaba ayer Leopoldo, que vive sobre el establecimiento hostelero. Este vecino no frecuentaba el local, precisamente, porque no le gustaba «cómo era» Leonel B.T., especialmente «cuando bebía».
De ella recordaban en el barrio que, antes de ponerse detrás de la barra, fue empleada doméstica. Limpiaba casas y también cuidaba de personas mayores. De ahí que, señalaba otra vecina de la zona, «siempre estuviera trabajando». Residió junto a su presunto asesino «en Otxarkoaga» y cada noche «tenían que coger un taxi para ir a su casa cuando cerraban el bar», señalaba un compatriota. Como les salía «muy caro», se querían mudar en unas semanas a casa de este joven, que se confesaba «impactado» por la noticia.
Las lágrimas empañaban el rostro de muchos de quienes ayer se acercaban al barrio, donde Rebeca era muy conocida pese a haber abierto el negocio recientemente. Se trata de un entorno con una importante colonia de bolivianos, que en los últimos años ha menguado considerablemente en Bizkaia: ahora son apenas 4.600 frente a los 10.000 que llegó a haber en 2009, antes de la crisis económica.
Noticia Relacionada
Su relación «no era normal»
Ella todavía tenía familia aquí, aunque no los más cercanos. Su exmarido y su hija -que ahora tiene 23 años y le dio una nieta hace 7 años- regresaron hace tiempo a su país. Con Rebeca se quedó en Bilbao su hermana menor, a la que estaba «muy unida», pero hace algo más de tres años murió de forma «extraña». La joven se precipitó, en julio de 2019, desde un quinto piso en Rekalde. La Ertzaintza abrió una investigación y dos testigos que tomaban algo en el bar de enfrente declararon que la vieron colgada de la ventana mientras su pareja la agarraba «de la muñeca derecha y del pie izquierdo» tratando de sujetarla desde el interior para que no se cayera.
En aquel momento Rebeca cambió. «Su muerte la destrozó y empezó a beber. Yo la aconsejaba que no lo hiciera, que tenía un negocio que cuidar. Ella me decía que lo había dejado pero...», aseguraba ayer la responsable de una tienda de alimentación que se encuentra a apenas 25 metros del establecimiento hostelero.
Noticia Relacionada
Pero lo que tienen claro en San Francisco es que su mayor problema era la relación que mantenía con Leonel B.T., un romance que «no era normal». «Estaban venga a besarse, muy acaramelados, pero todo cambiaba y acababan a gritos porque a él le gustaban mucho las mujeres y frecuentaba la calle de arriba (Cortes)», lamentaba un cliente habitual del Hilargi. Más directo se mostraba un trabajador de un comercio próximo: «Debería haber tenido una orden de alejamiento o algo, porque más de una vez ha tenido que venir la Policía porque la iba gritando por la calle».
Pero todos eran conscientes de que no había marcha atrás, que ese idilio iba a acabar con ella. Y por ello una conocida quería olvidar este final y quedarse «con el recuerdo de la última vez que la vi: ayer (el martes) en la puerta del bar, tranquila, sonriendo».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.