La justicia archiva la causa sobre las supuestas niñeras de Iglesias y Montero

En un auto firmado el pasado miércoles, el magistrado zanja que no consta un solo indicio de que las imputadas Gara Santano y Teresa Arévalo se dedicaran a esa tarea. Es más, señala el juez, tampoco hay pruebas de que la pareja delegara en terceros el cuidado de sus hijos. La primera fue jefa de prensa de Podemos, mientras que la segunda, a día de hoy, es asesora de Igualdad en la formación.

«No solo no consta acreditado que Teresa Arévalo o Gara Santana se encargasen del cuidado de los hijos de Irene Montero y Pablo Iglesias, sino que incluso no consta acreditado que persona alguna, ajena a los propios padres, se haya encargado de su cuidado durante el tiempo que desempeñaban funciones remuneradas por el partido político Podemos o remuneradas por el erario público», afirma textualmente el escrito del concluye del titular del Juzgado de Instrucción Número 42 de Madrid.

El juez Escalonilla abrió el conocido como 'caso niñera' como una pieza separada del sumario Neurona, sobre la supuesta financiación irregular de la formación morada y la presunta existencia de una caja B en el partido, que también acabó por archivarse. Esta pieza fue una de las siete que se desgajaron del sumario principal y de la que solo queda viva una, relacionada con unos trabajos de consultaría para la campaña electoral de la formación en 2018.

El procedimiento al que ahora se da carpetazo tiene su origen en una denuncia presentada en enero de 2021 por la antigua responsable de Cumplimiento Normativo de Podemos, Mónica Carmona. En ese documento, Carmona apuntaba a que supuestamente Montero estaba usando como 'nani' a Arévalo, de acuerdo a la información de una «denuncia interna» que había recibido. Posteriormente, se sumó como imputada (investigada) Gara Santana, que entonces era asistente del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados.

El juez, en su resolución, recuerda que todas sus investigaciones en este caso ha acabado en nada. En ese sentido recalca que Carmona se «limitó» a aportar una factura relativa a los gastos de desplazamiento para un acto electoral en la que figuraban Montero, su hija y Arévalo. Y que la única prueba contra Santana fue la declaración de una exempleada del partido que, aseguraba haber formado parte del equipo de Montero en 2017 y 2018, y que afirmó que ella se dedicaba a cuidar a los bebés.

Según el instructor, que la asesora de Igualdad viajara junto a la ministra y su bebé a un acto electoral no prueba que Árevalo se desplazara para el «cuidado» de la menor. En ningún caso, apunta Escalonilla, se puede concluir que no viajara acompañando a Irene Montero «en cumplimiento del cargo que tenía dentro del partido político en dicho momento».

En lo que se refiere a Santana, el juez destaca la «inexistencia de prueba objetiva» que confirme la declaración de la exempleada. Para el instructor, las acusaciones de esa testigo deben acogerse con prevención ya que ésta interpuso en su día una «demanda por despido improcedente» tras ser despedida de Podemos, con lo que cabe «apreciar» que dicha persona «pueda albergar un cierto resentimiento respecto de dicho partido y de sus dirigentes». «Por los motivos anteriormente expuestos, no cabe erigirla en indicio racional suficiente acreditativo de que Gara Santana se dedicara durante cuatro o cinco meses al cuidado de los hijos de Irene Montero no obstante encontrarse percibiendo un sueldo proveniente de fondos públicos», señala la resolución judicial.