JxCat y ERC pactan la presidencia interina de Aragonès con funciones vigiladas

Aragonès, vicepresidente y dirigente de Esquerra Republicana, cogerá este miércoles las riendas del Gobierno catalán en calidad de presidente interino, tras una reunión extraordinaria del consejo ejecutivo, lo que abre una nueva etapa en Cataluña, de lo que se alegró el Gobierno de Pedro Sánchez. JxCat y Esquerra han firmado un armisticio y han acordado los términos del nuevo Govern, en el que la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, y el de Empresa, Ramón Tremosa, ambos de JxCat, ganan relevancia y serán contrapesos del republicano. Aragonès y Budó deberán repartirse el protagonismo. Ninguno de los dos partidos del Govern catalán quiere que el otro saque provecho a la nueva situación ante las elecciones. Ambas fuerzas se han conjurado para formar un gobierno que pilote el periodo transitorio hasta los comicios previstos, según ERC, para el 7 de febrero.

Posconvergentes y republicanos, que se marcan de cerca, mirando a las elecciones donde se jugarán la hegemonía del soberanismo, han suscrito una especie de pacto de no agresión hasta las elecciones. No es la primera vez que lo hacen y de hecho estos acuerdos, en el pasado, se los ha llevado el viento, pero esta vez se ha puesto por escrito las funciones de cada uno de los socios. Aragonés «asumirá interinamente funciones limitadas de Presidencia», según el documento que han firmado ambas formaciones políticas.

El pacto no hace mención a cuáles son las funciones del presidente sustituto en las relaciones con el Gobierno central, en un momento en que aún debe fijarse la fecha de la próxima reunión de la mesa de diálogo, cuyo principal detractor era Torra. También está en el aire la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Aragonès nunca ha ocultado su interlocución directa con Pedro Sánchez. Ambos aducían que hablaban como líderes de sus partidos. La situación cambia con el nombramiento de Aragonès, aunque Budó, como responsable de Presidencia, también podrá vigilarle muy de cerca.

El acuerdo de JxCat y ERC es tan de mínimos que las dos formaciones regresaron este martes mismo a las hostilidades, escenificando que la unidad estratégica de la que tanto hablan está a años luz. Discreparon sobre una cuestión que centrará la campaña como fue la llamada que hizo Torra en su despedida para convertir las elecciones en un plebiscito sobre el 1-O. JxCat abrazó la propuesta y abogó por que si el independentismo supera el 50% de votos, el resultado sea «vinculante» con consecuencias «jurídicas». «No estamos planteando un plebiscito», aclararon en ERC. El reto es superar el 50%, dijeron. Pero sin más traducción porque «al día después no nos lleva a la independencia», matizaron.

Torra se estrenó este martes como expresidente en una visita a Lledoners y el nuevo Govern pretendía celebrar su primera reunión para aprobar el decreto del nombramiento del nuevo presidente. Pero la reunión del Consejo de Gobierno no tuvo lugar y por tanto Aragonès no es todavía presidente. El Palau de la Generalitat envió este martes a la Moncloa un escrito para que le comuniqué cuándo tiene previsto publicar el real decreto de cese de Torra en el BOE.

El Gobierno central, en cambio, no aclaró su posición. La ministra portavoz, María Jesús Montero, señaló que el Ejecutivo está estudiando si es «imprescindible y necesario» que el decreto salga publicado en el BOE para que los mecanismos de sustitución del presidente inhabilitado se pongan en marcha. «La petición de publicación se solicita para dotar de la máxima seguridad jurídica a las próximas actuaciones del Govern», apuntaron desde el propio Palau de la Generalitat.

El Govern entendía en un primer momento que no puede firmar el decreto de nombramiento de Aragonès mientras no se publique en el BOE el real decreto firmado por el Rey del cese del presidente de la Generalitat. Sin embargo, horas después, la administración catalana dio marcha atrás y, sin el decreto publicado en el BOE, convocó formalmente una reunión extraordinaria de su consejo ejecutivo para aprobar el decreto de sustitución de Quim Torra por Pere Aragonès. Será a las 9 de la mañana. A continuación, el nuevo gobierno celebrará su reunión semanal, bajo la dirección de Aragonès.